Las vízcainas tienen su primer hijo con 32,53 años, las más mayores de España

Solo en La Coruña, donde las madres primerizas tienen 32,54 años, se retrasa más la maternidad. Que Bizkaia está inmersa en una crisis de natalidad es bien sabido. Y los Indicadores Demográficos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística no hacen sino reflejar esa realidad y permitir comparar la situación con la de otras provincias. Así, solo con la edad media, se pueden extraer pocas conclusiones, ya que en todas las regiones, salvo en Almería (29,8), las madres tienen más de 30 años al nacer su primer bebé.

El índice de fecundidad, el número de hijos por mujer, es otro de los indicadores que analiza el INE. Y tampoco es bueno. Las vizcaínas tienen 1,09 vástagos. En otras dieciséis provincias, el dato es todavía inferior, con Santa Cruz de Tenerife (0,79 hijos por mujer) a la cola. Ninguna región se acerca a la llamada tasa de reemplazo, de 2,1 niños por fémina. La que mejores datos presenta, también en este caso, es Almería, con 1,44 niños.

Eso sí, poco se puede pedir en Bizkaia en este ámbito. La generación que está en edad de tener hijos es menos numerosa que las anteriores; son las mujeres alumbradas en los 90. ¿Y qué pasó entonces? Que las que habían nacido en los 60 tuvieron menos hijos que nunca. De hecho, entre 1989 y 2000, la tasa de fecundidad se situó por debajo de un niño por mujer, inferior a la actual.

Eso se ve, también, en las cifras brutas. En 1993, nacieron 8.224 personas en el territorio. Sí, son muchas más que el pasado año, que arrojó la cifra más baja de la serie histórica -que arranca en 1977- con 6.677 partos. Pero también son muchas menos que en la primera década de este siglo, cuando se superaron los 10.000 bebés durante varios años consecutivos. Eso significa que, en los próximos años, la natalidad puede volver a ir al alza. Aunque no será en este 2024 cuando suceda. Hasta septiembre, en Bizkaia han nacido 4.791 bebés, un 4,4% menos que en el mismo periodo de 2023.

Lo que en las últimas décadas ha variado, y mucho, es el proceso que lleva a tener hijos. En 1993, solo el 9,07% de las madres no estaban casadas. El año pasado, el porcentaje se situó en un 53,89%, ligeramente por encima de la media estatal (49,96%). Este indicador es el que más diferencias presenta entre provincias. De hecho, las tinerfeñas que tienen hijos sin pasar por el altar duplican a las melillenses, 66,58% frente a 33,20%.