Las viejas grúas renacen en Zorrozaurre

Seguramente las estructuras más emblemáticas son las grandes grúas que salpicaban el paisaje en la segunda mitad del siglo pasado. Símbolos entonces de movimiento y desarrollo. Hay al menos tres que sobrevivirán, y dos de ellas ya están en su emplazamiento definitivo. La primera, muy visible, se encuentra al lado del edificio de oficinas de Vicinay. «Ya está restaurada y se ha recolocado en esa ubicación», explica Asier Abaunza, concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos. «Pasará así a formar parte del patrimonio industrial de la isla».

Originalmente se encontraba en una parcela próxima, pero fue removida para preparar la urbanización de la punta sur. «Antes de nada se ha hablado con el departamento de Educación y nos ha dicho que donde se ha instalado no supone ningún problema». Hay que tener en cuenta que en esa zona irán centros de Formación Profesional cuyo proyecto correrá a cargo del Gobierno vasco.

Una grúa similar, la pareja de esta, continúa en su ubicación original, a unos cientos de metros. «La idea es que se vaya a alguno de los parques o zonas verdes», apunta Abaunza, aunque su emplazamiento definitivo está por determinar. Tampoco hay prisa porque donde se encuentra ahora, de momento, no molesta. Ambos aparatos eran utilizados por Vicinay para mover las enormes cadenas que fabricaba la firma.

Hay otra estructura que ya está instalada, en este caso, en la plaza de los edificios Beta, inaugurada oficialmente el pasado mes de marzo. Procede de Zamakona y ha sido el propio Ayuntamiento quien la ha restaurado y alejado un poco de los edificios de viviendas próximos para evitar molestias a los vecinos. «La familia nos ha contado que se había construido reciclando partes de un cañón de barco de guerra». Preside el espacio donde se reúnen los estudiantes de Digipen y As Fabrik.

Por supuesto, habrá más vestigios en la isla que recuerden su esencia. Vicinay «cedió a la junta de concertación molinetes y alguna de las últimas cadenas que quedaban en la fábrica», piezas estas que serán repartidas para «decorar» algunas zonas verdes. También está «una cerámica de la fábrica de Toldos Goyoaga, de entre 1915 y 1920» que ya había sido restaurada en tiempos de Iñaki Azkuna. En un principio se instaló «en la entrada de Ribera de Deusto desde Botica Vieja», pero ahora irá a una pequeña plaza próxima a donde se encontraba la fábrica.