A una de las víctimas le robaron 8.000 euros, según denunció su familia
Los allegados también echaron en falta un ordenador y otros aparatos electrónicos de las viviendas de los fallecidos
En total, el dinero saqueado a las víctimas podría ascender a varios miles de euros. Según la familia de uno de los fallecidos, cuya muerte ... se encuentra en investigación por sus nexos con el resto de casos, tras su fallecimiento le desaparecieron 8.000 euros de su cuenta. Esta puede ser la mayor cantidad sustraída, aunque la investigación aún continúa abierta. Además del metálico robado mediante extracciones en cajeros automáticos y transferencias bancarias, los allegados de los fallecidos también han echado en falta un ordenador y otros aparatos electrónicos.
El portátil fue vendido en un establecimiento de segunda mano de la capital vizcaína. Además, con la tarjeta robada a una de las víctimas, se compró un perfume de alta gama en un establecimiento del centro de Bilbao.
Los hombres con los que contactaba por las aplicaciones de ligues tenían toda una vida por delante. Uno de ellos se acababa de comprar un piso nuevo y estaba a punto de empezar la mudanza. Otro seguía con ilusión dando clases y era muy querido por sus compañeros y familiares, muy afectados por la pérdida. Todos han dejado un gran vacío en el seno de sus familias, aún más doloroso al saberse que pudieron no ser muertes naturales como creían.
Móvil económico
Los indicios recogidos hasta el momento apuntan a que el móvil de los crímenes era económico. Algunas voces dentro del colectivo LGTBI+ se preguntan también si puede haber existido homofobia, lo que aún está por aclarar.
Se trata de una de las investigaciones más complejas que ha afrontado la Ertzaintza en los últimos años. Un auténtico reto para los especialistas en homicidios del Servicio Criminal Territorial de Bizkaia (SICTB) y la Unidad Central, que han completado la mayor parte de las últimas diligencias.
El detenido fue trasladado desde la ertzainetxea guipuzcoana de Irún, donde se presentó y fue detenido, hasta la macrocomisaría de la Policía autonómica en Erandio, donde tienen su base estas unidades de investigación especializadas. Allí se le tomó declaración y pasó la noche en el calabozo. Los investigadores no agotaron las 72 horas previstas en la ley para prolongar una detención, que se cumplían hoy, y le pusieron a disposición judicial a primera hora de la mañana de ayer.
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