Las víctimas del amianto en Bizkaia ven insuficiente el fondo de 25 millones
Pese a la «escasa cuantía» que recogerán los Presupuestos estatales, aplauden que se habilite al fin un mecanismo de compensación
La lucha que desde hace décadas mantienen las víctimas del amianto comienza a dar sus frutos. En la asociación vizcaína Asviamie lamentan que ya es ... tarde para muchas y que esos frutos son aún verdes. Pero, al menos, es un comienzo. Se refieren al fondo de compensación dotado con 25 millones de euros que se va a incluir en los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio. La iniciativa sale adelante por una enmienda transaccional acordada por PSOE, Unidas Podemos, EH Bildu y ERC.
Como punto de partida está bien, pero el portavoz del colectivo de víctimas en el territorio, Patxi Kortazar, aprecia mucha indefinición. Lo primero es la cuantía. «Desde 2007, solo en Bizkaia, hemos atendido más de 7.000 casos con distintas patologías: cánceres, placas pleurales, asbestosis, mesotelioma...». Así que los 25 millones para toda España se ven como «escasos». Además, aún está por determinar el modo en que va a funcionar este sistema, quiénes podrán cobrar, si tendrá efectos retroactivos o si las familias de los ya fallecidos estarán legitimadas para acudir a él.
Queda por definir si las familias de los fallecidos podrán acudir a pedir una indemnización
Las mismas dudas asaltan a Jesús Uzkudun, quien fue durante años secretario de Salud Laboral de CC OO en Euskadi y una de las personas más implicadas y que mejor conocen la catástrofe que ha supuesto el amianto para la salud de miles de trabajadores de la industria vasca. Que los 25 millones para toda España «es muy poco» queda demostrado, a su juicio, en que ya hace tiempo se había elaborado un estudio que «pedía un fondo de compensación vasco con 40 millones». Eso sí, «menos da una piedra», acepta el sindicalista, que sigue colaborando con Asviamie. Y lo más importante es que se están poniendo los cimientos para establecer un mecanismo al que las personas enfermas puedan acudir, como el que ya existe en otros países europeos.
Lo peliagudo será determinar cuándo echar mano de ese fondo. Eso vendrá en una regulación posterior. Para Uzkudun, lo ideal sería que fuese el recurso al que las víctimas, o sus familias, pudiesen acudir cuando la empresa donde se produjo el contagio ya haya desaparecido o no pueda pagar la indemnización correspondiente. Hay que tener en cuenta que muchos casos se produjeron hace décadas en firmas ya desaparecidas, y no es infrecuente que las indemnizaciones superen los 300.000 euros.
La coordinadora general de Podemos Euskadi, Pilar Garrido, felicitó ayer a «las asociaciones de víctimas y los sindicatos» por la presión ejercida durante tanto tiempo. «Sin su empuje no hubiera sido posible que los Presupuestos incluyan esta importante compensación económica». También puso en valor la presión ejercida por Unidas Podemos en el Gobierno de coalición.
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