Odisea de dos vizcaínos en un crucero: «Era el viaje de sus sueños y se volvió infernal»

«La gente tiene que saber que si estás de vacaciones en un crucero y das positivo, te bajan. Debe de ser el protocolo. Yo pensaba que eso solo acontecía con los pasajeros que necesitan ingresar, que al resto les aislaban. Dentro de lo malo, fue en Sicilia. Pero podía haber ocurrido en Túnez o en Turquía -se queja-. Te pueden dejar tirado en cualquier sitio y nadie se hace cargo. Es un atropello».

Una vez aislados en el hotel, «estuvieron a 35 grados y sin aire acondicionado, aunque no les faltó agua ni comida». Los resultados de la prueba que les practicaron en el buque les llegaron el día 15, aunque en Italia les hicieron otra más que se perdió. Cuando apareció, también resultó positiva. «El caso es que nadie sabía cuánto tiempo debían permanecer allí. Unos decían que 14 días, otros que 21».

Nahikari contactó con Osakidetza y una doctora le comunicó que el aislamiento podía terminar diez días después de la primera prueba diagnóstica positiva si no tenían síntomas porque, según el consenso científico, ya no se es contagioso. Pero «nadie quiso hacerse cargo del traslado» de los jóvenes e Italia no dejaba partir del país «a personas positivas», aunque hubiesen superado el periodo infectivo. El protocolo «cambiaba cada día», según trasladaron al padre desde la embajada española. «El seguro se negaba a traerles en minibús o en avión hasta que negativizaran. Ya se sabe que puede haber trazas durante meses. Solo me daban como opción dejarles allí hasta vete a saber cuándo». Los chavales, asegura, «estaban en 'shock'», y la única solución que encontraron fue contratar una ambulancia medicalizada con «paramédicos» hasta Irún. Allí fue él mismo fue a buscarles.

MSC realizó la gestión «a petición de los pasajeros, que deseaban volver a casa a pesar de seguir dando positivo». El servicio costaba unos 5.000 euros y, prosigue el padre de la joven, «me dijeron que les ingresara 2.500 en una cuenta que la compañía tiene en Suiza». El resto fue abonado por el crucero con cargo al seguro-covid. La pareja salió de Palermo el día 24 a las cuatro de la tarde y llegaron a la 'muga' sobre las nueve de la noche del día siguiente, tras 30 horas de viaje en una ambulancia «sin ventanas; el trayecto fue durísimo».

Portavoces de MSC explicaron que los positivos son siempre desembarcados cuando hay posibilidad según el «riguroso protocolo aprobado por las autoridades internacionales». Y que las de Italia estipularon que los chavales «debían permanecer en las instalaciones de recuperación hasta que dieran negativo». «Era el viaje de sus sueños, pero se volvió infernal. Una pesadilla», zanja el padre, que piensa reclamar a la agencia, a la compañía y al seguro que contrató a través de ella. «¿Qué pasa con la mitad del viaje no disfrutado, y con todo lo demás?», se pregunta.