El veto definitivo llegará tras la aprobación de las zonas tensionadas
La ley de medidas urgentes que está en tramitación contempla la suspensión automática de nuevas viviendas y habitaciones turísticas
Son muchas las acciones que se han puesto encima de la mesa para intentar frenar la expansión de pisos vacacionales en Euskadi, sobre todo en ... municipios con una alta presión turística. El crecimiento de este modelo de negocio es tan exponencial que incluso la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) ha redactado un documento que «reúne unas bases comunes» para controlar las viviendas y habitaciones turísticas. Entre las medidas a tomar, insta a los municipios a regular el uso de la actividad a través de la modificación del planeamiento municipal. Es precisamente en el cambio de las normas urbanísticas en lo que está inmerso el Ayuntamiento de Bilbao.
En cualquier caso, el proceso de alta podría volver a cambiar cuando la capital vizcaína sea declarada zona tensionada, un trámite que previsiblemente se hará efectivo en otoño. La ley de medidas urgentes en materia de vivienda que el Parlamento vasco está tramitando y que el Gobierno autonómico espera que pueda ser aprobada antes de fin de año, contempla prohibir la implantación de nuevas viviendas turísticas en aquellos municipios declarados tensionados. Esto significa que, si no se producen contratiempos, antes de 2026 se volverá a vetar la apertura de pisos y habitaciones de uso vacacional en Bilbao.
Limitar las vigencias
Por otro lado, el Gobierno vasco sopesa limitar la vigencia de las licencias. Ahora, cuando un propietario da de alta su piso como alquiler turístico lo hace para siempre. Sin embargo, en un contexto de crisis de la vivienda, una de las medidas que el Ejecutivo autonómico contempla incluir en la nueva ley es que las autorizaciones caduquen, algo que ya pidió el Ayuntamiento de Bilbao el pasado ejercicio.
Esta modificación podría suponer un varapalo para todas aquellas viviendas que se dieron de alta en el registro cuando los planes urbanísticos de los municipios aún no incidían en el control de este tipo de actividades. Además, que las licencias no sean perennes obliga a los pisos que vayan a renovarse a tener que amoldarse a la nueva ordenanza.
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