La venta de tabaco se desploma en Bizkaia y anota su peor dato desde que hay registros
La compra de cajetillas cae un 17% en la última década, mientras que la picadura de liar se mantiene al alza
Los datos que cada año publica el Ministerio de Hacienda no dejan lugar a dudas: la venta de tabaco sigue en caída libre en Bizkaia. ... En la última década, la compra de cajetillas, las tradicionales de veinte unidades, se ha desplomado un 17%. Si en 2014 se vendieron 56 millones de paquetes, el pasado ejercicio la cifra apenas superó los 46,7 millones. La tendencia ha sido constante en los últimos años. Solo en 2022 se notó un repunte de las ventas. Fue precisamente el año en el que se levantaron todas las restricciones de aforo, horario y movilidad que las comunidades autonómicas impusieron por el covid.
En cualquier caso, la ley antitabaco que entró en vigor en 2011 marcó un antes y un después para el sector. La normativa nacional prohibió encender un cigarrillo en el interior de los bares, las discotecas, los comercios o los restaurantes. Y esto, sumado a las distintas campañas sanitarias contra el humo, llevó a un buen número de fumadores a dejar el consumo de forma permanente. La estadística oficial apunta que en 2010 -año previo al decreto ley- se vendieron 77 millones de cajetillas. Dos años después la cifra descendió a los 57 millones.
En la actualidad, la caída de ventas entre un año y otro es menos pronunciada, pero igual de continuada. Entre 2023 y 2024 se han vendido un 2% menos de cajetillas. Miguel Ángel Martínez, presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros de Bizkaia, relaciona el descenso de transacciones con dos cuestiones: la aparición de «alternativas de riesgo reducido» -como los vapeadores, cigarrillos electrónicos o las bolas de nicotina- y una mayor «concienciación sobre el cuidado de la salud». El también presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España sostiene que «las campañas sanitarias contra el tabaco suelen tener un impacto puntual que se diluye en el tiempo». No ocurre lo mismo con los «cambios de hábitos». «El mayor cuidado sobre la salud, las condiciones económicas y el aumento del comercio ilícito de tabaco tienen un impacto mucho mayor en las ventas legales», añade.
Alternativas al tabaco
Frente a los malos datos de las cajetillas, las ventas de picadura de liar ha experimentado un crecimiento importante en la última década. El Ministerio de Hacienda cifra en 79.300 los kilos de tabaco de liar que se vendieron en Bizkaia en 2014. Diez años más tarde, la cifra se elevó hasta los 93.880. El incremento es del 18%. Para Lourdes Burdeño, del estanco ubicado en la calle General Concha de Bilbao, esto tiene una clara explicación: el precio. «Cuando sube el coste del tabaco, la gente se lo piensa más. Buscan otro tipo de alternativas más baratas o algunos incluso optan por dejar de fumar. Hay sueldos que no llegan a todo», comenta la profesional. Pese a ello, el crecimiento del tabaco de liar también se ha contenido el último año. Entre 2023 y 2024 solo se han vendido cien kilos más.
Según la experiencia de Burdeño, los fumadores más justos de dinero optan por el tabaco de liar porque «de una bolsa se pueden sacar dos o tres paquetes» tradicionales. Y es que el precio no ha parado de crecer. La última subida tuvo lugar en marzo. Si en los 2000 una cajetilla de tabaco Malboro costaba 1,59 euros, ahora supera los 5 euros. Ocurre lo mismo con la mayoría de marcas comerciales. La barrera del dinero hace, de hecho, que la compra de tabaco «vaya por barrios», dice.
Y luego están los vapeadores. Cada año entre un 1 y un 2% de la ciudadanía vasca se inicia en su consumo. Así lo recoge la última Encuesta de Adicciones de Euskadi. Además, uno de cada tres jóvenes de entre 15 y 35 años admite usar cigarrillos electrónicos, según advierte el propio Gobierno vasco, quien ha puesto en marcha varias campañas para alertar de la adicción. Para Osakidetza, los vapeadores son la puerta de acceso al tabaco. Pero no solo eso. Miguel Ángel Martínez sostiene que los cigarrillos electrónicos también se consolidan como una alternativa para «salir del tabaquismo». «Está claro que es un nicho de mercado que está incrementándose de manera paulatina, pero aún no es muy significativo en el global de ventas en un estanco», añade el presidente de la asociación. La cuestión es que este tipo de productos no se venden únicamente en los estancos. También se comercializa en locales. gasolineras o bares, entre otros.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión