Los vecinos denuncian «el sacrificio» de 50 robles en la Plaza Euskadi
El informe ambiental sobre la ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao presentado ante el Gobierno vasco no aborda la extensión del espacio peatonal ... que el equipo de Norman Foster quiere llevar a efecto frente a la entrada principal del centro cultural. Una modificación que implicaría transformar en una herradura la actual rotonda de la Plaza Euskadi, cambiando los flujos de vehículos que transitan por la zona. La iniciativa se ha topado con el rechazo de los vecinos del entorno, que se están organizando y consideran que supone una operación «perjudicial» porque «colapsará el tráfico, aumentará el ruido y las emisiones contaminantes».
Estos residentes han creado una comisión que ya ha empezado a dialogar con el museo y con el Consistorio. «Nuestro objetivo es ayudar a diseñar el cambio. Es importante que se cuente con nosotros para preservar una plaza que fue construida hace sólo 9 años y que funciona muy bien para dividir el intenso tráfico que llega, sobre todo, desde el Puente de Deusto».
Si se ejecuta el plan de Foster, la herradura absorbería todo el flujo de automóviles, pasando a tener la encrucijada entre 5 y 6 carriles. «Esto -denuncian los vecinos- supondría limar la zona de jardín y se perderían medio centenar de robles que, en su momento, fueron traídos expresamente desde Bélgica». Un arbolado que ahora está cuajando y cogiendo un porte que le da vistosidad y sombra a la zona de esparcimiento.
Los residentes no entienden cómo se pone tanto mimo con los árboles centenarios del museo -«estamos a favor de su preservación, al igual que decimos sí a la ampliación de la pinacoteca»-, pero «no entendemos que se vayan a destruir los robles sin ningún miramiento». La comisión creada, en la que hay arquitectos, abogados y economistas, pide diálogo a «la institución competente» antes de acabar con una plaza que «funciona tal y como está».
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