Vecinos de Amezola organizan patrullas nocturnas ante la ola de vandalismo
En el último año se han registrado más de una veintena de incendios intencionados en contenedores
Los vecinos de Amezola han dado un paso más para mostrar su hartazgo por la ola de incivismo que vive el barrio. La semana pasada ... se concentraron para denunciar las cada vez más frecuentes quemas intencionadas de contenedores que llevan soportando desde que arrancó el año. Unos fuegos que se han llevado por delante, vehículos y han dañado escaparates de comercios y fachadas de edificios. Ahora, han decidido patrullar las calles durante las noches para evitar que se produzcan nuevos incidentes.
En lo que va de año, la Policía Municipal de Bilbao y la Ertzaintza han contabilizado hasta veinte incendios intencionados en la zona. Las pesquisas de los agentes permitieron detener a un hombre en mayo y se está investigando a otro. Las calles General Salazar y su paralela, Labayru, han sido de las más castigadas por los fuegos provocados en 2025. El último se produjo en Labayru en la madrugada del sábado 11 de octubre. El balance de los daños ascendió a cinco vehículos quemados y el portal de un bloque de viviendas afectado por las llamas.
El anterior incendio se desató apenas quince días antes en General Salazar. Comerciantes y residentes aseguran estar «desesperados» porque las quemas han calcinado, además de una decena de vehículos estacionados, verjas de establecimientos o persianas de hogares. Las llamas incluso reventaron varias ventanas de una pensión y resquebrajaron los cristales del escaparate de un concesionario.
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Los vecinos descartan que se trate de un pirómano. «Una de las cámaras de un comercio grabó a tres individuos encapuchados quemando los contenedores», denuncia una vecina, «es algo organizado», añade. Los fuegos se generan con gasolina en el depósito de papel y desde ahí se extienden al resto.
La idea de las patrullas ciudadanas, según cuenta una de las organizadoras, «es vigilar y si vemos algo raro retener a la persona hasta que llegue la Policía». Los turnos se realizan durante toda la semana, aunque la mayor parte de las quemas se producen de madrugada y durante los fines de semana y vísperas de festivo. «No es sólo por los contenedores, en los últimos años el barrio ha ido a peor y nos sentimos inseguros», apunta. Mientras un grupo de vecinos —más de una decena— recorre las calles del barrio, «hay otros que vigilan durante las noches desde las ventanas». «Cada vez somos más y viene gente de otras zonas a ayudar», señala. Afirman que han tomado esta medida «porque el Ayuntamiento no nos da ninguna solución y tememos una desgracia».
Fuentes municipales aseguraron a este periódico que conocen la problemática de Amezola. Apuntan que tanto el detenido en mayo como el investigado son dos conocidos de los agentes. Algo que tienen en cuenta a la hora de patrullar si se les observa merodeando por la zona. En el Ayuntamiento explican que dada la «arbitrariedad» de los fuegos provocados «resulta complicado establecer un dispositivo de vigilancia específico», ya que los vándalos «esperan a que no haya nadie» para actuar. Por el momento no contemplan medidas excepcionales como la instalación de cámaras de seguridad, pero las investigaciones continúan.
«Pueden generar riesgo»
En cuanto a las patrullas nocturnas, portavoces del Consistorio las desaconsejan argumentando que establecerlas «puede generar situaciones de riesgo tanto para los propios vecinos como para la comunidad en general», ya que «pueden actuar de manera imprudente o incluso ilegal —al no contar con la formación adecuada—, lo que podría agravar conflictos en lugar de resolverlos». Insisten en que estas labores corresponden a las fuerzas oficiales, «quienes están capacitadas para manejar estas situaciones con protocolos establecidos».
En Bilbao existen precedentes de acciones similares protagonizadas por vecinos. Hace seis años, residentes de Rekalde hicieron un llamamiento a través de las redes sociales para encontrar «voluntarios» que se uniesen a labores de vigilancia a pie por las noches ante el incremento de «violaciones y robos». El Ayuntamiento se pronunció entonces advirtiendo que no toleraría iniciativas así en el barrio y que se «exigirá el cumplimiento de la Ley a cualquier ciudadano» para evitar que nadie se tomase la justicia por su mano.
También en el municipio de Zaratamo el pasado mes de mayo los vecinos de Arkotxa decidieron salir a las calles del barrio durante las noches tras una oleada de robos. «Se forzaron cerraduras de garajes y portales y se quitaron las mirillas de algunas viviendas para esperar a ver si las reponían y así comprobar si la casa estaba o no vacía para okuparla». Las patrullas se organizaron a través de un grupo de Whastapp, que rozó los dos centenares de residentes.
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