El túnel bajo la ría se perforará en una zona de roca entre Sestao y Leioa
Los ocho sondeos realizados en el cauce permiten localizar el «mejor material» para excavar una galería que de punta a punta medirá 3 kilómetros
izaskun errazti
Jueves, 27 de diciembre 2018, 00:27
La Diputación ha encontrado buenas noticias bajo la ría, porque el doble túnel sin peaje que atravesará el cauce para aliviar el tráfico y ... dar respiro al puente de Rontegi se abrirá paso del modo más rápido, más barato y, sobre todo, más seguro posible. Así lo avanzan los ocho sondeos que de octubre a diciembre se han llevado a cabo en el Nervión y que han permitido localizar subsuelos rocosos entre Sestao y Leioa. «El mejor material», en palabras del diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, para excavar una galería que, a partir del año 2027, permitirá conectar en apenas tres minutos Getxo con Portugalete.
Cuando en mayo pasado la institución foral anunció su apuesta por esta solución como alternativa al viaducto de Barakaldo trascendieron detalles importantes. Como el presupuesto estimado, de 380 millones de euros; los cuatro años que llevará ejecutar un recorrido de tres kilómetros; el acondicionamiento de dos galerías, una por cada sentido de circulación y con dos carriles cada una; y la localización de los accesos en la rotonda de Artaza y el Eje del Ballonti. Pero aún quedaba por aclarar algo fundamental: qué secretos esconde la ría a 50 metros de profundidad para poder definir el mejor trazado del subfluvial.
Los estudios realizados a lo largo de la historia habían dejado claro que la margen izquierda de la ría acumula margas y margocalizas, buenas para despejar el camino a cualquier túnel, pero también que en la derecha sobran materiales volcánicos, argilitas, limonitas y suelos de arenas y limos, saturados y de baja resistencia, que pueden suponer un problema. Por eso, había que encontrar roca, y cuanto más superficial, mejor.
Con este objetivo, una descomunal pontona de más de 70 toneladas de peso y patas de 32 metros de largo ha estado escarbando durante dos meses en los fondos del Nervión. Llegada desde Cartagena, la plataforma, propiedad de una empresa de Zaragoza y con una única gemela en España, ha desarrollado ocho prospecciones en el cauce: cuatro en el canal navegable y otras tantas junto a la dársena de La Benedicta, en Sestao. Y los resultados de su trabajo no han podido ser mejores, porque el subsuelo rocoso y de calidad que se buscaba ha aparecido, y se encuentra «a menos profundidad de lo que pensábamos», celebra Imanol Pradales. «Es un material macizo, el mejor para excavar y el más seguro», añade.
En su contexto
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380 millones de euros. Es el presupuesto que maneja la Diputación para acometer una obra que durará cuatro años y que permitirá habilitar un corredor de tres kilómetros de longitud bajo el agua.
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Una solucion integral. La construcción del subfluvial constituye la segunda pata del plan que maneja la Diputación para solucionar la congestión del tráfico en el entorno metropolitano. El primer paso es ampliar la Supersur.
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53.000 vehículos absorberá a diario el doble túnel de la ría cuando entre en funcionamiento en el año 2031.
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Un año de estudio. La Diputación adjudicó en julio a la ingeniería Sener el estudio para encajar el subfluvial, que previsiblemente estará listo para el próximo verano. Los técnicos deberán realizar una cartografía geológica y geotécnica de la zona, diseñar los túneles y proponer el método constructivo.
«Más rápido y más barato»
En vista de los resultados que han dado los sondeos practicados en La Benedicta, el subfluvial se podrá perforar en una zona de roca localizada a la altura de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), en Sestao, y las instalaciones de Vicrila, en Leioa. Así, el trayecto no será el más directo posible, como se contemplaba inicialmente, sino «curvo», con entrada en la rotonda de Artaza y salida en las inmediaciones de la fábrica de Nervacero. ¿Qué metodo constructivo se empleará? Todo apunta que se horadará con tuneladora, como se hizo en la galería holandesa que la Diputación visitó en septiembre.
Los responsables forales ya saben que el corredor subterráneo podrá construirse en menos tiempo del previsto y con una inversión también menor, pero el trabajo que encargaron a la ingeniería Sener para encajar el proyecto aún no ha terminado. «Todavía falta mucha información», advierte Pradales, quien confía en que las conclusiones del estudio de viabilidad se conozcan este mismo verano. Antes, los ténicos deberán realizar otra decena de catas, esta vez en tierra y en las inmediaciones de la rotonda de Artaza, donde el proyecto tendrá la mayor a afección urbanística, lo que obligará a desarrollar una labor de microcirugía.
Los vizcaínos avalan que el subfluvial acoja transporte público
El subfluvial no sólo dará servicio a vehículos particulares. El transporte público también tendrá cabida en el interior de los tubos, que con este objetivo se dividirán en dos pisos. Sin embargo, la Diputación no ha dedicido aún qué tipo de servicio tendría vía libre bajo la ría. «Falta mucha información. Primero hay que terminar el proyecto constructivo y definir cómo será la galería para conocer sus dimensiones y ver qué transporte encaja», explica Imanol Pradales. Lo que ya ha hecho la institución foral es preguntar a los vizcaínos por el proyecto, y el 83% cree que contribuirá a aliviar el tráfico. Además, el 78,1% considera positivo que se abra a operadores públicos.
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