En treinta pueblos de Bizkaia apenas nacen niños: en cinco años, menos de 20
El traslado de las mujeres en edad fértil a núcleos más grandes y la menor incidencia de la inmigración agravan la crisis en los pueblos
La caída de la natalidad es generalizada en Bizkaia, aunque sus efectos no son iguales en un sitio que en otro. La reducción de bebés ... en Bilbao no tiene un impacto tan grande en el día a día como la que sufren los municipios más pequeños. En una treintena, entre 2019 y 2023 (último dato disponible a escala local en INE), han dado la bienvenida a menos de una veintena de niños. En casi la mitad, apenas se han empadronado una decena de recién nacidos.
Son localidades, todas menos Arrankudiaga (1.028 habitantes), que están por debajo del millar de vecinos. Aunque hay otros factores que influyen en esa baja natalidad en las zonas rurales que van más allá simplemente del número de vecinos. Volviendo a los 30 con menos partos, si se suman los residentes en todos ellos alcanzan los 13.189 y los 324 nacimientos en ese quinquenio. En Sopela, con un número de habitantes similar, en el mismo período nacieron 508, considerablemente más.
Para Itziar Aguado, profesora de Geografía Humana en la UPV/EHU, en este tipo de análisis hay que fijarse también «en el número de mujeres que hay en edad fértil», entre 15 y 49 años. Según los últimos datos, el 20,09% del total de residentes en Bizkaia son mujeres que se encuentran en esa franja de edad, un porcentaje que se reduce mucho en esa treintena de localidades, todas por debajo de la media del territorio.
En Ubide y Sukarrieta solo nacieron en ese periodo dos niños en cada uno de los municipios, uno por cada 86 habitantes en el primero y uno por cada 183 en el segundo. Y, en ambos casos, las residentes que podrían ser madres eran menos que en otros municipios (un 15,85% y un 13,02%, respectivamente).
«En los municipios rurales el fenómeno que se produce es que las mujeres jóvenes se van porque suelen trabajar poco en el sector primario», apunta. Y añade que, «generalmente, las mujeres también representan un mayor porcentaje con estudios superiores y trabajan en mayor medida en el sector servicios, así que suelen ubicar su residencia en mayor medida en ciudades».
La oferta de «vivienda asequible y con determinadas condiciones de comodidad», por otro lado, no siempre es amplia en localidades de pequeño tamaño. De ahí que en poblaciones como Etxebarria apenas haya solicitantes de ayudas al alquiler.
El peso de la maternidad, en los últimos años, está recayendo además en las féminas de origen extranjero, que ya dan a luz a uno de cada cuatro bebés en Bizkaia. Por eso no es de extrañar tampoco que en las localidades de menor tamaño la tasa de natalidad sea inferior, ya que la población migrante se afinca, sobre todo, donde hay empleo y servicios.
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