Móviles que se convierten en tabletas: las primeras pantallas flexibles llegarán en 2017

Desde hace unos años, los aficionados a las nuevas tecnologías siempre se quejan de lo mismo: faltan ideas nuevas en el sector de la telefonía móvil. Las empresas del ramo se dedican a incrementar la potencia bruta de los smartphones con procesadores, memorias y cámaras cada vez más capaces, pero sin presentar unas características técnicas realmente revolucionarias, como en su momento supuso la aparición del primer iPhone de Apple. Pues bien, esa tendencia conservadora parece que tiene los días contados. Todo indica que Samsung pondrá a la venta en 2017 dos smartphones con pantallas flexibles, al igual que LG, mientras que Lenovo ha sido la primera compañía en mostrar dos prototipos plenamente funcionales dotados de esta tecnología y capaces de reducir su tamaño con solo doblarlos sin aparente esfuerzo. Innovación en estado puro, ya que el resto de componentes también deben de estar preparados para estos radicales cambios de dimensiones.

Pero vayamos por partes. Samsung lleva detrás de este tipo de paneles desde 2011 bajo el nombre en clave de 'Project Valley'. El mediático vídeo en el que se recreaba el uso de estos dispositivos futuristas tuvo un gran éxito entre los aficionados a los móviles de última generación en 2013. En el anuncio, se ve como un joven convierte una tableta en un teléfono con solo doblar su pantalla, lo que permite guardarlo en el bolsillo de la camisa. Más cómodo, imposible. Tras tres años de espera en los que la multinacional coreana aprovechó para llevar a sus buques insignia la exitosa pantalla curva, parece que ya está preparada para comercializar oficialmente esta nueva tecnología. Según la agencia de noticias Bloomberg, los coreanos sacarán al mercado dos teléfonos con pantallas OLED que se doblan para el próximo año.

Uno de ellos tratará de devolvernos a los reducidos tamaños que se estilaban en el sector de la telefonía hace diez años. Móviles pequeños, que cabían en cualquier bolsillo y eran fácilmente transportables, algo a lo que ya no estamos acostumbrados tras el éxito de las phablets, móviles de 5,5 pulgadas en adelante. Cuando lo saquemos para ver el correo o navegar por internet, los podemos convertir en un celular con una generosa pantalla como las que disfrutamos en la actualidad. El otro modelo flexible, de 5 pulgadas, se transformaría en una tableta de unas 8 pulgadas, ideal para leer un libro o ver una película.

LG, también a la carrera

Como pasó con las pantallas curvas, LG también quiere competir con Samsung en la producción de estos paneles de nueva generación. De hecho, la segunda multinacional más importante de Corea en el sector tecnológico también estaría preparada para poner a la venta sus dispositivos con pantallas flexibles a partir del año que viene. Desde televisores a portátiles, sin olvidarnos de móviles y smartwatches. En esta carrera contra reloj, la compañía asiática trata de que estas futuristas pantallas sean lo suficientemente resistentes como para soportar multitud de dobleces sin deteriorarse. Y todo ello, sin sacrificar la resolución, claro. De momento, los primeros paneles de LG que se han exhibido en alguna que otra feria dan pie al optimismo.

Pero en esta lucha por ser los pioneros en esta nueva tecnología se ha colado un adversario que nadie esperaba. Pocos días después de publicarse las intenciones de Samsung de sacar dos móviles con estas características, Lenovo sacaba pecho con la exhibición de dos prototipos plenamente funcionales en un acto de presentación. El primero de ellos permite convertir un teléfono, de unas cuatro pulgadas, en una especie de pulsera inteligente. Quién sabe si las pantallas flexibles matarán a los smartwatches como los conocemos hoy en día. El segundo dispositivo, para muchos el más interesante, pasaría de las 5 pulgadas a las 8 como si de una tableta se tratase. La gran diferencia de los dispositivos del coloso chino respecto a sus competidores coreanos es que son modelos aparentemente listos para salir al mercado.

En todo caso, se trata de una tecnología que significará un antes y un después en el sector de los dispositivos móviles. En comparación, nuestros modernos smartphones parecerán de la edad de piedra. De hecho, consultoras de prestigio aseguran que en 2020 más de la mitad de los teléfonos inteligentes en el mercado tendrán una pantalla flexible. Ahora solo falta ver si realmente este tipo de panel tendrá una resistencia que evite la aparición de píxeles muertos ante tantas dobleces. En todo caso, se avecina una nueva era y seguro que el resto de marcas, como Apple que acaba de sacar a la luz una patente de un móvil enrollable o la china Oppo que también ha dejado vislumbrar un smartphone con este panel, también trabajan en esta dirección para no quedarse atrás.