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Los taxistas de Bilbao cuidarán su aspecto y no comerán ni beberán de servicio

Los taxistas de Bilbao cuidarán su aspecto y no comerán ni beberán de servicio

La nueva ordenanza busca la «excelencia» del sector. En dos años, las renovaciones tendrán que hacerse con coches ecológicos. Toda la flota será 'verde' en 2030

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Miércoles, 13 de junio 2018, 01:36

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El Ayuntamiento aprobará en el próximo pleno una ordenanza que sustituirá a la de 2004 para regular el sector del taxi y que incorpora mejoras en la atención al cliente que adquirirán rango legal. Una serie de conductas «de sentido común» que ya ponen en práctica la mayor parte de los profesionales serán de obligado cumplimiento para ofrecer una buena imagen. «La normativa busca la excelencia en un sector profundamente comprometido con la calidad y el servicio a los bilbaínos, que se ha implicado activamente en la elaboración de la regulación. Un viaje que para mí ha sido una maravilla», aseguraba ayer el edil de Movilidad y Sostenibilidad, Alfonso Gil. Los 774 taxistas de Bilbao tendrán la obligación, por ejemplo, de «cuidar su aspecto personal y vestir adecuadamente». Y al igual que los viajeros, no podrán «comer o beber» cuando estén de servicio. El veto al tabaco ya está recogido en la legislación laboral. Los derechos de los viajeros serán, precisamente, las obligaciones de los conductores: obtener un recibo tras cada viaje, poder pagar con tarjeta o en metálico, que les recojan el equipaje, elegir el recorrido más adecuado, montar en vehículos limpios... Además de ser tratados «con corrección».

Los conductores deberán, además, ayudar a subir y bajar a las personas con movilidad reducida y a las que vayan acompañadas por niños. Si hay varias que solicitan a la vez el servicio, priorizarán la atención a estos viajeros. En las paradas, respetarán el orden de llegada de los usuarios. Por último, revisarán el interior del taxi al finalizar cada viaje para comprobar si han olvidado alguna de sus pertenencias y en su caso, las dejarán en la oficina de objetos perdidos antes de 72 horas.

Lucirán tapicería «discreta, de fácil limpieza, sin alfombras ni felpudos». Además del reglamentario taxímetro, incorporarán un cuadro oficial con las tarifas oficiales en euskera, castellano e inglés. «Y en el salpicadero llevarán una ficha con su imagen para que el viajero sepa quién le está transportando, algo muy novedoso», añadió Gil.

Diez horas de lunes a viernes

Los profesionales podrán negarse a realizar servicios si los clientes están drogados o borrachos o si creen que su vehículo puede estropearse; y los viajeros deberán asumir los destrozos que provoquen. El Ayuntamiento también pretende modernizar la flota. Por ello, los coches que vayan a convertirse en taxis no podrán tener más de 2 años y deberán ser ecológicos. A partir de 2020, todas las sustituciones se realizarán con turismos que no contaminen para que en 2030 toda la flota sea 'verde'. Otro de los puntos que agrada a los taxistas es que podrán trabajar un máximo de 10 horas de lunes a viernes -dos menos que ahora-. Los fines de semana, la jornada se mantendrá en 12 horas. Así se repartirá mejor el trabajo y obtendrán más rendimiento. La nueva ley, además, incorpora la posibilidad de que puedan lucir publicidad. En el interior, podrá mostrarse de forma interactiva en pantallas; y fuera, la llevarán en vinilos o imanes en las puertas traseras.

Los partidos de la oposición han registrado 35 enmiendas - la mayoría EH Bildu, que presentó 18- que serán estudiadas hoy por Gil, su equipo y los propios taxistas e incorporadas, en su caso, al texto. «Defenderemos con uñas y dientes estas 774 licencias frente a gigantes como Uber o Cabify», dijo el edil de Movilidad.

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