El Supremo ratifica las condenas por la brutal paliza a Alex en Amorebieta

Alex no falleció en el lugar gracias a la rapidez con que fue atendido y trasladado a un hospital, pero padece una discapacidad del 95%. Sufre severas secuelas que le impiden realizar una vida autónoma. No puede andar ni hablar y necesita ayuda para comer, entre otras necesidades básicas diarias.

Tras el juicio celebrado en enero de 2024 la Audiencia Provincial de Bizkaia dio por probada la participación en el «linchamiento» de ocho adultos y al menos media docena de menores de edad. «Unos acorralaron, otros sujetaron, otros golpearon y otros jalearon a quienes entraban y salían del núcleo de contacto con la víctima según iban avanzando los interminables 50 segundos en los que casi acaban con su vida», recoge la sentencia . Una grabación colgada en Tik Tok por uno de los implicados fue clave en el proceso. El fallo fue ejemplar.

Banda criminal

La Audiencia fue más allá de lo solicitado por la Fiscalía e impuso 20 años de prisión a cuatro de los adultos por tentativa de asesinato y 14 a un quinto. A todos ellos los consideraba «coautores» de la paliza e integrantes de la banda criminal de los 'Koala'. Un sexto recibió 10 años de pena por ser cómplice del intento de asesinato, y un séptimo fue absuelto de los delitos más graves porque se quedó «aparte», aunque se le impuso una multa de doce meses por un delito de omisión de socorro.

El fallo fue revisado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tras el recurso de los condenados. Hace justo un año rebajó la pena a cuatro de los condenados al entender que no se había probado que pertenecieran a los 'Koala'. La pena bajó de 20 a 15 años para dos de ellos, a un tercero se la redujo de 14 a 7 años y 6 meses, y el cuarto fue confirmado como cómplice pero debía cumplir 6 años en vez de 10. En la sentencia dada a conocer ayer, el Tribunal Supremo, con los leves ajustes, prácticamente ratifica todas y cada una de las penas.

Se da la circunstancia de que el final de la vía penal, y por tanto el momento en el que las condenas ya son firmes, llega cuando uno de los implicados ya se encuentra en libertad. K. P., el que recibió la menor pena, abandonó la cárcel y se encuentra en libertad supervisada tras cumplir la mitad de esos seis años que finalmente se le habían impuesto.