Así subieron el ertzaina narco y su cómplice a casa la maleta con 55 kilos de 'coca'
Ambos acaban de ser condenados a seis y siete años y medio de cárcel por adquirir la droga para distribuirla en Bizkaia y alrededores
El ertzaina narco, A.S.M., de 52 años, que acaba de ser condenado a seis años y medio de cárcel por tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia, llegó a tener el alijo en su propia casa, una de las normas que nunca se saltan los grandes traficantes, la de no tocar la droga. Él y su cómplice, D.G.M., de 47 años, condenado a siete años y medio de cárcel, iban a Madrid con frecuencia, a horas intempestivas, de ida y vuelta en el mismo día y nunca en fines de semana, para adquirir la sustancia, según la sentencia de la Audiencia vizcaína, que ha sido recurrida por las defensas.
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En uno de esos viajes relámpago, el 29 de septiembre de 2022, cuando el Grupo de Drogas de la comisaría de la Ertzaintza en Bilbao ya les seguía el rastro, llegaron a la vivienda del policía corrupto, ubicada en Galdakao, en un 'Renault Megane', propiedad del compinche. En las imágenes grabadas por la Policía y que sirvieron de prueba en el juicio, se aprecia cómo entre los dos extraen una maleta pesada con ruedas del maletero del coche, la suben a pulso con dificultad por los escalones y la introducen en la vivienda.
Este descubrimiento precipitó la operación para detenerles. Los investigadores solicitaron entonces una orden judicial de entrada y registro a la casa porque estaban convencidos de que dentro de la bolsa había un gran alijo. ¡Y bingo! No les falló el olfato. Cuando inspeccionaron la vivienda localizaron 55 kilos de cocaína de gran pureza, distribuída en paquetes con distintas cantidades. Según la resolución judicial, ambos adquirían la droga para después distribuirla a pequeños clientes en Bizkaia y regiones limítrofes.
Adicción al juego
Además, también intervinieron en el domicilio una agenda con anotaciones manuscritas y alfanúmericas, dos envasadoras y bolsas para las dosis, teléfonos móviles, un ordenador, como indicios del negocio ilegal, y 5.100 euros en metálico producto de la venta. También registraron el piso de D.G.M. en Bilbao y encontraron 14.000 euros. Ambos fueron detenidos e ingresaron en prisión provisional. Después de tres suspensiones del juicio y la anulación de unas escuchas en otra operación de la Guardia Civil, en la que salieron sus nombres, finalmente han sido condenados. Además de la pena de cárcel, se enfrentan a una multa de tres millones de euros cada uno y el policía vasco no podrá volver a trabajar como tal.
Al ertzaina, los jueces le han reconocido una atenuante por adicción al juego y a las drogas y no le aplicaron la agravante por ejercer como funcionario público, ya que se encontraba de baja en el momento de los hechos. También le castigaron por revelación de secreto, ya que pedía a un compañero, ajeno al negocio, que le mirara matrículas de coches para averiguar si eran policiales y le estaban siguiendo.
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