Autorretrato de Mounir Ayad con Rakel López y su hijo Markel.

Detienen al hombre que mató a su expareja, de Eibar, y a su hijo de 12 años en Madrid

Dos agentes fuera de servicio que hacían footing detectaron al sospechoso sentado en un parque de Tetuán

javier peñalba

Martes, 30 de mayo 2017, 16:00

Llevaba 28 días huido. Nada se sabía de él desde que cometió los crímenes. Ayer, sin embargo, la fuga llegó a su fin. El asesino de la eibarresa Rakel López Airas, de 44 años, y de su hijo Markel, de 12, está ya en el calabozo. Dos agentes de atención ciudadana de la Policía Nacional de Madrid que se encontraban libres de servicio detuvieron a Mounir Ayad cuando se encontraba en un parque del barrio de Tetuán. En las próximas horas, el acusado será puesto a disposición judicial y todo parece indicar que tras su paso por los juzgados ingresará en prisión.

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Era uno de los hombres más buscados. La Policía temía que pudiera haber huido a Francia, donde había trabajado, o a Marruecos, de donde es natural. Pero no, seguía oculto en Madrid. Fue sorprendido poco antes de las once de la mañana. «Mi compañero y yo estábamos haciendo footing por el parque Rodríguez Sahagún. En un momento, nos hemos fijado en el sospechoso. Permanecía sentado en un banco», relató la agente, de nombre Lorena, en un conversación telefónica mantenida a media tarde de ayer con este periódico.

La funcionaria explicó que vieron a Mounir Ayad tranquilo. «No estaba nervioso y tampoco parecía que estuviera adoptando ninguna medida especial de precaución. Estaba sentado tranquilamente». «Nosotros teníamos como referencia las imágenes que habían sido difundidas en la televisión y también en otros medios de comunicación a primeros de mes, cuando tuvieron lugar los asesinatos en Alcobendas. No disponíamos de ninguna otra fotografía. Hemos tenido la suerte de que nos hemos fijado en él y ello ha despertado nuestras sospechas».

La policía, acompañada de su compañero Alberto, dirigieron sus pasos hacia él. «Se nos ha quedado mirando. Le hemos preguntado que cómo se llamaba y seguidamente le hemos requerido la documentación. Era él, Mounir Ayad». La agente y su compañero explicaron que el acusado no hizo siquiera ademán de huir. «No ha realizado ningún movimiento, ni tampoco ademán de intento de fuga. No ha dicho ni palabra», detalló Lorena.

«Ahora solo hace falta que se haga justicia»

  • «Me alegro un montón. Toda la familia se alegra», señalaba Juan -cuñado de Rakel-, desde el otro lado de la barra del bar que regenta en Eibar tras conocer la noticia por este periódico. A medida que pasaban los minutos crecía su ofuscación. «Lo que nos ha sucedido ha sido una verdadera tragedia. Ahora resta que la justicia haga su trabajo».

  • Entrada la tarde, la familia de Rakel conoció algunos detalles del arresto que indicaban que el presunto asesino «nunca había salido de Madrid y que los policías no quisieron precipitar la detención por el riesgo de fuga». El alcalde de Eibar, Miguel de los Toyos, también mostró su satisfacción por la detención de Mounir Ayad.

Los dos policías, adscritos al distrito de La Latina, recibieron múltiples felicitaciones por parte de sus superiores. «Ha sido la suerte la que nos ha conducido hasta él, ya que nosotros, lógicamente, no llevábamos nada de esta investigación».

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Confesión a su prima

Tras la detención de Mounir Ayad, corresponde ahora a los agentes del Grupo de Homicidios al frente del caso ahondar en la investigación. Fuentes consultadas indicaron que tras su paso por dependencias policiales manifestó estar «muy arrepentido». La Policía trata de establecer si durante estas cuatro semanas ha contado con la ayuda de terceras personas por si pudieran haber incurrido en algún delito por cooperar con el asesino.

Mounir Ayad, de 37 años, ya había reconocido la autoría de las muertes de Rakel y Markel mediante una llamada que realizó a una prima suya residente en Alcobendas. En ella admitió que acababa de acuchillar a su pareja y también al niño, fruto de una relación que la eibarresa había tenido con otra persona. Tras el aviso, otro familiar se personó en el piso donde vivían y halló los cadáveres. El hombre cuenta con antecedentes policiales por «delitos graves», según indicó la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Concepción Dancausa. Fuentes cercanas a la investigación señalan que sobre su persona recaen imputaciones por homicidio en grado de tentativa en 2003, así como por violencia e intimidación.

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