Imagen captada por vecinos de lo que estaba ocurriendo en la calle.

Once puñaladas por defender a su hijastra en Torrelavega

La víctima, de 43 años, está grave en el hospital de Valdecilla pero «su vida no corre peligro». La madre y otros dos heridos han recibido ya el alta tras el presunto ataque del joven, de 19 años, que está detenido por pegar a su pareja y por el intento de homicidio de los familiares que acudieron a defenderla

M. ÁLVAREZ | D. CARRERA | S. ECHEVARRÍA

Jueves, 23 de marzo 2017, 15:49

La Policía Nacional ha detenido a un joven de 19 años por un brutal ataque con arma blanca a los padres de su novia, una trifulca ocurrida la noche del miércoles en el barrio de La Inmobiliaria (Torrelavega) que acabó con cuatro personas heridas, una de ellas de carácter «muy grave» pero cuya vida ya no corre peligro. El muchacho, que cuenta con antecedentes, permanecía ayer aún en las dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial acusado de presuntos delitos de violencia de género y de intento de homicidio. Hoy, en principio, declarará ante el juez encargado del caso.

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"Me asomé a la ventana que da al cruce de las calles y vi cómo un hombre discutía con una pareja que se había bajado de un coche blanco, un todoterreno que dejaron en mitad de la calle. De repente, el chico sacó una navaja y apuñaló a la mujer y al hombre, con el que se ensañó. Conté hasta diez puñaladas y pensé que lo había matado. Allí quedaron las dos víctimas, una en el suelo, y otra junto a un banco, hasta que dos chicos pudieron desarmar al agresor y retenerle junto a otras personas mientras llegaba la Policía", relata a El Diario Montañés un vecino de la calle Julián Urbina, en pleno barrio de La Inmobiliaria.

Los hechos ocurrieron poco antes de las once de la noche en la zona en la que se unen las calles Julián Urbina y Juan XXIII, justo al lado de una panadería. Cerca de este lugar reside el presunto agresor, nacido en 1997 y con las iniciales A. C. H. Dentro del piso en el que vive de alquiler se desencadenó una pelea, en la que, según ha confirmado el Cuerpo Nacional de Policía, él asestó «varios golpes y puñetazos» a su pareja sentimental, una menor de 17 años. Cuando sus padres acudieron a defenderla los atacó con una navaja en plena calle, hiriendo de gravedad a uno de ellos.

Todo ocurrió después de la pelea desatada dentro del piso, cuando la chica recibió los golpes y llamó a su madre para que la fuera a buscar. Salió a la calle acompañada por su novio, «cargada con bolsas y maletas», según testigos. Al rato llegaron en coche la madre y su pareja -padrastro de la menor-. Se apearon del vehículo, salieron en defensa de la joven e increparon a A. C. H. por lo que había hecho. En ese momento, el presunto agresor sacó un arma blanca -una navaja tipo mariposa- y los atacó, protagonizando una violenta escena que fue presenciada por numerosos vecinos desde sus ventanas, y que fue grabada por algunos de los residentes. Primero apuñaló al padrastro, pero la mujer se interpuso entre ambos y también acabó recibiendo «pequeños pinchazos», según la Policía. Al hombre le asestó once puñaladas. En ese momento varias personas pasaban por la calle, pero, según testigos, no se atrevían a intervenir.

Fueron dos jóvenes de nacionalidad dominicana, que se encontraron con el coche de las víctimas parado en mitad de la calle, los que bajaron de su vehículo y acudieron a mediar en el altercado. Ayudaron a los heridos, consiguieron reducir entre ambos al agresor y arrancarle la navaja que blandía. Lograron mantenerlo retenido hasta que llegaron efectivos de la Policía, que lo detuvieron en ese momento. Estas dos personas también recibieron «algún pinchazo», pero sin gravedad. Cuando llegaron los efectivos policiales, la madre estaba tirada en el suelo y el padrastro, malherido en un banco de madera.

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Estos hechos se saldaron con cuatro personas heridas (los dos testigos, la madre y el padrastro) que fueron trasladadas anoche al hospital Sierrallana. Hoy por la mañana ya no permanecía ninguno de ellos en este centro hospitalario, ya que tres de ellos habían recibido ya el alta y el cuarto, el más grave, había sido derivado al hospital Valdecilla. Se trata del padrastro, de 43 años de edad, quien, al parecer, tiene afectados órganos vitales por las puñaladas que le asestó A. C. H. Son once las heridas por arma blanca que presenta, dos de ellas en el tórax, pero, según ha podido saber este periódico, ha podido ser estabilizado y no se teme por su vida.

Tanto el detenido como los heridos son de nacionalidad española, aunque solo el primero reside en La Inmobiliaria, el mismo barrio en el que ocurrieron los hechos.

Las discusiones eran frecuentes

Aunque ninguno se puede imaginar un desenlace fatal como el del miércoles por la noche, en el barrio de La Inmobiliaria reconocen que a menudo hay discusiones y «líos» en la calle y «en algunos pisos». En concreto, en el edificio número 12 de la calle Julián Urbina, donde unas vecinas confirmaron que residía desde hace unos meses el presunto agresor, «ya se habían escuchado peleas y discusiones en alguna ocasión». «Aunque no te imaginas que pueda acabar de esta manera». Ayer, en este rincón de Torrelavega, se habló de presencia policial y de la imagen deteriorada de un barrio «que siempre fue pacífico y tranquilo».

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Fue una jornada de relatos. «En cuanto oímos los gritos salimos al descansillo a ver lo que ocurría y luego bajamos al portal donde ya nos encontramos con todo el lío». Eso lo contaba un matrimonio que ayer salía de casa alrededor de las once de la mañana. Según explicaron, el joven de 19 años, presunto autor de las puñaladas, vive «desde hace varios meses» en uno de los pisos alquilados que hay en el inmueble. «Que yo sepa no son del barrio y llevaban aquí poco tiempo viviendo juntos el chico y la chica con aparente normalidad». Eso contrasta en cierto modo con otro testimonio recogido allí mismo: «Ya otras veces habíamos oído fuertes discusiones y peleas».

«Ha sido algo dantesco, sobre todo encontrarte con este escenario, dos personas ensangrentadas en mitad de la calle después de recibir varias puñaladas y la gente sin poder hacer nada hasta que han intervenido dos chicos que se pararon con su coche y pudieron quitarle la navaja», contaban. Al parecer uno de los vecinos del presunto agresor comentó que en el lugar de los hechos estaba el propio padre del detenido que, según los testimonios, dijo a la Policía que «no quería saber nada de él». «A saber qué clase de vida lleva», se escuchó ayer en los corrillos del barrio.

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