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Marta Fdez. Vallejo
Domingo, 6 de marzo 2016, 17:53
El reparto de inmigrantes entre la escuela pública y la concertada ha encendido el debate en la enseñanza vasca. Escuelas e institutos públicos acogen el triple de alumnos extranjeros que los colegios privados subvencionados por la Administración. Es el dato que sacó a la luz la pasada semana la consejera de Educación en el Parlamento, a la vez que reconocía que las medidas que ha puesto en marcha el Departamento no son suficientes para lograr un mayor equilibrio entre redes. Las asociaciones de padres, sindicatos y otros colectivos de la enseñanza pública reclaman acciones urgentes. La solución pasa por proyectos educativos de gran calado que permitan sacar a los inmigrantes del furgón de cola en las aulas sufren un fracaso escolar superior a la media, y por «dar más recursos» a los colegios con altos índices de extranjeros. Solo así se frenará el efecto huida de los escolares autóctonos y la aparición de escuelas-guetos. Es la fórmula en la que coincide la comunidad educativa.
El porcentaje de alumnos extranjeros en Euskadi sigue siendo bajo (6,74%), frente a la media estatal (8,5%); pero las cifras muestran claramente que es la escuela pública la que está asumiendo su escolarización. Representan ya el 9,66% de los estudiantes de centros públicos, frente al 3,78% en colegios privados-subvencionados. Los datos de Educación revelan que el 72,5% de estos escolares están en la red pública tres puntos más que hace cinco años, un porcentaje que en Álava se eleva a casi un 86%.
Los resultados académicos marcan a este colectivo. En la última evaluación realizada por Educación, en todas las competencias examinadas, euskera, castellano, ciencias y sociales, los alumnos extranjeros quedaron por debajo de la media. Las peores notas, veinte puntos menos 253 frente a 229, las sacan en euskera. Más de la mitad no se encuentra en el curso que le corresponde: porque han repetido o porque no tenían el nivel necesario cuando llegaron a Euskadi.
El éxito escolar es mucho más difícil para ellos. La mayoría estudia en una lengua que no es la suya: siete de cada diez escolares extranjeros de Primaria y Secundaria están en aulas de modelo B o D. Y seis de cada diez inmigrantes en la enseñanza vasca vive en hogares con un índice socioeconómico bajo otro 20%, medio-bajo, la condición que más influye para un buen rendimiento académico.
El caballo de batalla es descubrir las razones por las que la inmensa mayoría de los inmigrantes acaban en la escuela pública. El proceso de escolarización da libertad a los padres para escoger el centro educativo. Pero en el caso de los alumnos que llegan con el curso empezado muy habitual entre los extranjeros es una comisión de escolarización del Departamento la que asigna la plaza. En los últimos cinco años, estas comisiones han escolarizado a 15.000 niños, la gran mayoría en la red pública.
Enseñanza gratuita
«No se está dando una visión real del problema. Educación sí intenta enviarlos a colegios concertados, no solo por equilibrar redes, sino porque le sale mucho más barato. Si en nuestro instituto nos llegan 100 peticiones por curso, nos autorizan sólo cinco. La mayoría de las familias inmigrantes prefieren que sus hijos vayan a centros públicos. ¿Por qué? Porque son totalmente gratuitos», explica una directora de un instituto vizcaíno con un alto porcentaje de extranjeros y aulas en castellano. «En gran medida son hogares con dificultades económicas. En un colegio concertado siempre deben pagar algo. En este instituto el gasto es cero, incluso las excursiones las tienen gratis», añade.
La otra razón por la que se inclina la balanza hacia la red pública es porque cuenta con más recursos para atender a los inmigrantes. «Hay profesores de refuerzo lingüístico, incluso dos docentes en el aula si es necesario, planes de acogida, desdobles de clases y, en general, unos ratios profesor-alumno menores que en la concertada», detalla la directora. Un centro privado-subvencionado no dispone de esos medios.
La lengua de enseñanza es otro factor clave. Los padres de menores extranjeros buscan modelos en castellano, aunque el Gobierno vasco les dirige hacia líneas euskaldunes. Este curso, en el ciclo de Infantil, hasta los 6 años, el modelo A íntegro en español se ofrece tan solo en 11 escuelas públicas del medio millar que hay en Euskadi. En Primaria, hay apenas una veintena de centros con castellano. Al ser muy pocos, acumulan altos porcentajes de inmigración.
Esos centros-gueto existen en las dos redes. El curso pasado había 14 colegios diez públicos y cuatro concertados con porcentajes de escolares de fuera de Euskadi por encima del 40% en Infantil y Primaria. En Secundaria, otros diez cuatro públicos y seis concertados presentaban la misma concentración. La mayoría son de modelo A. El 62% de los alumnos de esta línea en cuarto de Secundaria son inmigrantes.
La asociación de padres de alumnos de la escuela pública vasca, Ehige, hace otra lectura. Considera que Educación «no toma medidas eficaces» para equilibrar el reparto y que los colegios concertados utilizan estrategias con el fin de «no aceptar» a estos alumnos. «No queremos que nuestros hijos estudien en guetos», dijo en el Parlamento vasco Samira Boazzaoui, miembro de la agrupación de padres de la escuela pública en Álava. Relató que vio «rechazo» cuando intentó matricular a su hijos en varios centros concertados.
Las familias de la red pública piden medidas urgentes. Reclaman que las comisiones de escolarización que asignan plazas a los extranjeros incluyan a representantes de los padres, sindicatos y dirección de los centros y que se homogeneicen los criterios. Exigen también que los colegios concertados «cumplan la normativa» que obliga a reservar plazas para los inmigrantes una vez iniciado el curso. «No lo cumplen y por eso los extranjeros acaban siempre en escuelas públicas», se quejan. Quieren que se cree una «oficina de matriculación única» para que la gestión sea «más clara».
Cambio de actitud
La consejera Cristina Uriarte reconoce que la situación es «compleja y delicada» y que «preocupa» a su Departamento. Admite que las medidas adoptadas «no han conseguido los resultados deseados». Sin embargo, Uriarte argumenta que en la última década se ha producido un aumento «continuo» de la población extranjera en Euskadi que se da, en mayor porcentaje, en Álava y su capital. Defiende, además, que en las ciudades «se producen concentraciones de población inmigrante en zonas o barrios determinados», que influyen en que algunas escuelas acojan más extranjeros.
El Gobierno vasco ha anunciado ya una serie de iniciativas para lograr una escolarización más «equilibrada» entre el alumnado inmigrante y el autóctono. Planea la reserva del 10 % de las plazas por encima del ratio en las aulas para menores con necesidades específicas de apoyo educativo, así como la posibilidad de modificar los criterios de admisión en los centros financiados con fondos públicos. Pero Educación considera que para encontrar una solución se debe implicar a toda la comunidad escolar. Pone como ejemplo a la escuela Ramón Bajo de Vitoria. «Ha pasado de ser un centro de niños inmigrantes y de etnia gitana a convertirse en una escuela destacada, con el 50% de alumnos autóctonos, gracias al cambio de actitud de la comunidad educativa y a un buen proyecto de centro, ayudado desde las instituciones».
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