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Aspecto que ofrece en la actualidad el pabellón acuático, obra del arquitecto catalán Quim Pujol. «Duele verlo así», reconoce.

Ruina olímpica

Sólo seis meses después de los Juegos, la villa se pudre en el abandono

Icíar Ochoa de Olano

Miércoles, 15 de febrero 2017, 02:41

La piscina en la que la nadadora de Badalona Mireia Belmonte consiguió su primera medalla de oro olímpico, el pasado 11 de agosto, es hoy ... un foso marrón atestado de insectos. El estadio de fútbol más grande del mundo, en el que nueve días después Brasil anotaba contra Alemania el penalti que le catapultaba a lo alto del podio, una instalación fantasma sin luz y con el césped reseco. Únicamente han transcurrido seis meses desde que Río de Janeiro culminó sus Juegos Olímpicos con una fiesta de fuegos artificiales -apenas cinco de la conclusión de los Paralímpicos- y la radiante ciudad deportiva erigida para la ocasión languidece en un estado deplorable de abandono.

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