PISA 2015. Lo mejor es que podemos mejorar...
Trabajemos por lo importante. Queremos y necesitamos personas preparadas académicamente y socialmente comprometidas
Jesús Maruri
Martes, 27 de diciembre 2016, 01:31
Cuando a principios de diciembre conocimos los resultados del informe PISA de 2015 parecía que se removían muchas estructuras. Las responsabilidades están muy repartidas, pero ... creo que el profesorado tenemos la máxima responsabilidad, como la teníamos cuando obteníamos buenos resultados.
1. La educación. Es importante que entendamos que la responsabilidad de la escuela es la educación de los niños. Consiste en «el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales», (DUDH, 1948, artículo 26). Más concreta es la Conferencia Mundial sobre la Educación para Todos cuando establece que la educación debe dotar «tanto de herramientas esenciales para el aprendizaje (como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas) como de contenidos básicos del aprendizaje (conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes)» (1990: artículo 1). Para saber en qué medida la escuela alcanza estas metas está la evaluación. La evaluación es una actividad sistemática y continua, integrada dentro del proceso educativo, que tiene por objeto proporcionar la máxima información para mejorar ese proceso. Es una actividad más de aprendizaje, informa sobre cómo vamos y es una herramienta de mejora.
2. PISA. La OCDE promueve su evaluación PISA, que se desarrolla cada tres años y mide las competencias en Lectura, Matemáticas y Ciencias. Considera tres factores: las características del sistema educativo del país, las de la escuela y las características de estudiantes y familias. «En los países de la OCDE, aproximadamente un 10% de la variación total del rendimiento corresponde al nivel de los países, un 32% al de los centros y un 58% al de los estudiantes» (Gil y Sanz, 2014).
3. Resultados. Al comparar los datos de 2012 y 2015 de PISA se ve que Euskadi baja de manera notoria: 23 puntos en Ciencias, 7 en lengua y 13 en Matemáticas. El informe español (OCDE, 2015) permite sacar más datos: Ciencias, La comunidad con mejores resultados es Castilla y León (519). El porcentaje de estudiantes con resultados excelentes en Euskadi es del 3%; en Castilla y León, el 9%. El nivel de estudiantes con peores resultados en Euskadi es del 20%; en Castilla y León, el 11%.
Lectura: la comunidad con mejores resultados es Castilla y León (522). El porcentaje de estudiantes con mejores resultados en Euskadi es el 5%; en Castilla y León, el 10%. El porcentaje de estudiantes con peores resultados en Euskadi es el 18%; el de Castilla y León, el 9%. Matemáticas: la comunidad con mejores resultados es Navarra (518). El porcentaje de estudiantes con mejores resultados en Euskadi es el 7%; en Navarra, el 13%. El porcentaje de estudiantes con peores resultados en Euskadi es el 19%; en Navarra, el 12%.
Creo que las causas de este descenso son cuatro: vacío legislativo en referencia a los decretos de desarrollo de la Lomce. La Lomce se publica el 9 de diciembre de 2013. Los reales decretos de Primaria son del 24 de julio de 2014 y los de Secundaria del 26 de diciembre de 2014. Los decretos de desarrollo en el País Vasco son del 22 de diciembre de 2015, un curso académico más tarde.
A ello se une un rechazo manifiesto a las evaluaciones externas en nuestra comunidad. En Euskadi hemos tenido una fuerte oposición a esas evaluaciones externas. No es de extrañar la sorpresa que los resultados generaron en la consejera de Educación. También al despiste de las escuelas y el profesorado en temas metodológicos. En la actualidad se habla mucho de la innovación (Cortés, 2016), pero poco de investigación. Entre las funciones del profesorado (LOE, artículo 91) no aparece innovación, pero sí investigación (letra l). Flecha (2012) y Cortés (2016) insisten en saber de qué fuentes provienen las innovaciones. Habría que añadir además el uso acrítico de las tecnologías de la información y la comunicación. No hay dudas de la importancia de las TICs. Pero debemos desarrollar la competencia digital (European Parliament and the Council, 2006) más que su uso irreflexivo.
4. Camino a recorrer. Tenemos margen de mejora y además unos profesionales que van a conseguirlo. Tenemos que mejorar y lo vamos a hacer. Propongo cuatro caminos: trabajemos por lo importante. Queremos y necesitamos personas preparadas académicamente, socialmente comprometidas y emocionalmente felices (Flecha, 2015). Sin miedo al esfuerzo, busquemos la excelencia de nuestros estudiantes, de todos. Trabajamos con fuentes científicas. La ciencia de la educación ha avanzado mucho. García Carrión (2016) resume estos avances: las interacciones en el aula y la mejora de la participación de la comunidad educativa mejoran resultados.
Trabajemos la investigación. Animemos al profesorado a que investigue, que publique, que presente sus trabajos en congresos. Impulsemos también la lectura entre los estudiantes. Está científicamente demostrado que las tertulias dialógicas mejoran los resultados académicos (Flecha, 1997). Trabajemos con la evaluación. Tratemos la evaluación como una actividad de aprendizaje e impulsemos la evaluación de nuestras escuelas y del sistema educativo (Gairín, 2002). Pero el factor crítico de mejora es el profesorado. Confiemos en ellos; si no los mareamos y colaboramos con ellos, los resultados mejorarán.
Para terminar recurro a una persona que respeto: «¿Cómo no preocuparse por algo socialmente tan sensible como es la educación? Los resultados PISA nos alumbran muchas pistas y campos donde podemos mejorar. Sigamos mejorando en ello, con o sin más resultados PISA», (Rayón, 2016).
Jesús Marauri. Maestro, pedagogo, doctor en Educación. Profesor de la Universidad de Deusto. Facultad de Psicología y Educación. Asesor pedagógico de Claretianos de Euskal Herria. Investigador en liderazgo, organización y evaluación de centros y lectura.
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