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Urgente Un hombre resulta herido en un atropello en la N-634, a la altura de Etxebarri

¿Cómo se usan correctamente los intermitentes?

Ni gastan ni dan ningún tipo de prioridad de paso, pero los indicadores de conducción son una medida básica de seguridad. Su uso incorrecto está sancionado hasta con 200 euros de multa

Sergio Eguía

Miércoles, 27 de abril 2016, 00:59

Encender una luz, por cotidiano que parezca, es un acto de valentía. Un desafío a lustros de machacona insistencia de tus progenitores: «¿Tú que te crees? ¿Que trabajo en Iberduero?». Quizá por ello, -o solo porque somos vagos- llegados a la mayoría de edad descubrimos que hay gran cantidad de actividades que hacemos a oscuras. Aquí nos referimos a la peligrosa manía de no accionar los intermitentes cuando realizamos una maniobra al volante. Cualquier teoría sobre esta carencia es pura especulación. ¿Será que reproducimos lo que vimos a nuestros mayores? Aunque sepamos que no es correcto. ¿Quién no ha recibido de crío un 'tú te callas' después de apuntar con la chillona voz infantil que el conductor no había señalizado un cambio de carril? Repasemos el correcto uso de los indicadores de dirección, para que nuestros hijos no tengan que afearnos la falta de civismo. Así de paso evitamos poner a nadie en peligro -que es la primera razón para avisar de nuestros movimientos al resto de usuarios de la vía- y además nos evitamos la multa. Y es que señalizar las maniobras es obligatorio, por ley (art. 72 de Reglamento General de Circulación), y no hacerlo lleva sanciones de hasta 200 euros.

El Código de Circulación dedica su capítulo XI a las advertencias que deben (debemos) realizar los conductores. No es muy preciso, como sucede en las normas generales, pero es taxativo respecto a lo más importante. El artículo 108, en su punto primero, reza: «Los conductores están obligados a advertir al resto de los usuarios de la vía acerca de las maniobras que vayan a efectuar con sus vehículos». El siguiente párrafo concreta: «Como norma general, dichas advertencias se harán utilizando la señalización luminosa del vehículo o, en su defecto, con el brazo»

El detalle del brazo es importante ya que se refiere a aquellos vehículos que no tienen obligación de llevar intermitentes, por ejemplo, las bicicletas y que, sin embargo, sí tienen el deber de señalizar sus giros. Y que, por lo tanto, pueden ser y serán multados por la autoridad competente. Igual que un ciclista puede ser sancionado por superar la tasa de alcohol permitida al volante, será castigado por no indicar la maniobra con antelación.

Respecto a la 'señalización luminosa' de la que habla es reglamento, encontramos una explicación en el artículo siguiente, el 109. «El conductor debe advertir mediante señales ópticas toda maniobra que implique un desplazamiento lateral o hacia atrás de su vehículo, así como su propósito de inmovilizarlo o de frenar su marcha de modo considerable. Tales advertencias ópticas se efectuarán con antelación suficiente a la iniciación de la maniobra, y, si son luminosas, permanecerán en funcionamiento hasta que termine aquélla». Serán, en este caso, los desplazamientos laterales los que impliquen el uso de los intermitentes y nuestra atención. La luz de freno y la marcha atrás, salvo fallo del sistema, responde a un automatismo.

Desplazamientos laterales

Es el primer epígrafe del segundo punto del artículo el que especifica que «el desplazamiento lateral será advertido utilizando la luz indicadora de dirección correspondiente al lado hacia el que se va a realizar (). En las maniobras que impliquen un desplazamiento lateral, es éste el que exclusivamente se avisa, por lo que la advertencia deberá concluir tan pronto como el vehículo haya adoptado su nueva trayectoria».

Claro que todo esto de recurrir a la norma está muy bien, pero ¿qué quiere decir en la práctica? Son los técnicos de la DGT los que nos ayudan en este caso. Inciden en la Dirección General de Tráfico en cuatro maniobras en las que «siempre deberá sonar el 'tic tac' de la flecha verde del salpicadero».

La primera, esa gran asignatura pendiente del automovilista patrio: la rotonda. No volveremos hoy sobre las prioridades de paso en las glorietas y el uso de los diferentes carriles cuando tienen más de uno. Simplente se trata de recordar que «al circular por una glorieta se señalice la salida porque así no sorprenderá al que espera para entrar ni al que conduce detrás», explican los técnicos. «Lo hemos vivido todos, con el coche parado, esperando a entrar en la rotonda por un coche que ya está dentro. Es de suponer que seguirá girando mientras no indique lo contrario, pero al aproximarse a nosotros, cuando tratamos de acompasar la salida justo detrás de él, vira y sale de la intersección antes de llegar a nuestra posición. Si lo hubiera señalizado...».

Incorporaciones y adelantamientos

La segunda maniobra aborda las incorporaciones, bien desde parado o al sumarnos a una vía de alta capacidad por un carril de aceleración. «Estos casos requieren los intermitentes activados de forma que a quienes ya están en la vía les ayude a facilitar la maniobra a los que pretenden acceder a ella».

También durante un adelantamiento es fundamental activar los indicadores. «Como lo es el cambio de carril de cualquier vehículo y muy en especial las motocicletas, más ágiles e inestables y que pueden desplazarse más rápido y sorprender peligrosamente a los demás», señalan. Hay que tener en cuenta que al sobrepasar a otro vehículo se debe indicar primero el cambio hacia la izquierda, «siempre según la norma de mirar, marcar, realizar», y después el de vuelta al carril de la derecha, una vez terminada la maniobra. «Cada vez que se acciona el intermitente se hará con suficiente antelación, y éste tiene que estar activo hasta que se complete el movimiento. No vale con un flash antes de girar el volante. El indicador debe parpadear hasta que todo el coche se haya movido al carril contrario».

Finalmente, en los giros y cambios de sentido, activar el intermitente debe ser lo primero. «Antes de reducir la velocidad», alertan. «Hacerlo al revés -freno primero e indicador después- solo sirve para 'dar el susto' al de atrás con un frenazo e impedirle mantener las distancias. Con un riesgo añadido si el giro es en carretera, donde las velocidades son considerablemente más altas que en zona urbana.

Por su seguridad y por la de todos, los intermitentes -las 'luces que dialogan', según la DGT- deben encenderse siempre. Tranquilo, que no gastan en la factura doméstica. Por cierto, y por más que algunos conductores lo acepten como un dogma, accionar el indicador no da ningún tipo de preferencia. Por mucho que parpadee y avise de una maniobra no tiene prioridad para realizarla. Igualmente se trata solo de un aviso, «una declaración de intenciones» y puede que un coche que marca un giro opte por no hacerlo. Nunca deje de estar alerta.

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