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Imagen de archivo de un robo por alunizaje en Galdakao.
Los robos de coches y las estafas se disparan en Euskadi, pese al descenso de los delitos

Los robos de coches y las estafas se disparan en Euskadi, pese al descenso de los delitos

El País Vasco encadena seis años con los índices de delincuencia a la baja, pero repuntan las denuncias contra la libertad sexual

Octavio Igea

Viernes, 29 de enero 2016, 00:56

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¿Es Euskadi un territorio seguro? La respuesta de cada cual dependerá de su experiencia durante los últimos tiempos, pero las estadísticas dicen que sí, que cada vez hay menos delincuencia. La Ertzaintza registró durante el pasado año 83.996 delitos, casi 2.800 menos que en 2014. Según el balance presentado ayer por el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, la reducción de denuncias es generalizada en la comunidad. Caen los incidentes en todas las provincias, en las tres capitales y en los municipios más poblados. E incluso se contienen los robos con violencia, «los que más alarman social generan», según los expertos. Pero siguen existiendo asignaturas pendientes: durante los últimos doce meses ha habido más casos de malos tratos y se ha disparado el robo de vehículos y las estafas. Y, pese a las numerosas campañas de sensibilización, también se han elevado las denuncias contra la libertad sexual. No hay más violaciones, pero sí tocamientos accidentales, acoso, exhibicionismo...

2015 ha sido un ejercicio especial en lo que respecta a la delincuencia porque el pasado julio se aprobó la reforma del Código Penal. Desde el verano han desaparecido las faltas y todos los ilícitos son considerados ahora como delitos. Además de aumentar los procesos judiciales, el cambio podía provocar que las estadísticas policiales engordaran al recibir denuncias por algunos casos leves que antes no hubieran llegado a las comisarías, pero en el País Vasco no ha sido así. Los incidentes registrados cayeron un 3,2% el pasado año, cuando en los dos anteriores la reducción fue del 4% en total. Que se mejoren los resultados por sexto ejercicio consecutivo hace que los portavoces de la Ertzaintza hablen abiertamente de una «tendencia decreciente consolidada». En 2009 Euskadi sufría 42,7 delitos por cada mil habitantes, y tras el último recuento, 38,3.

Según el balance del Departamento de Seguridad, en 2015 se contuvieron muy ligeramente -un 0,76%- los delitos contra el patrimonio, que habitualmente suponen casi tres cuartas partes de las denuncias que se interponen. En todo caso, las diferencias entre los tipos de robos son notables, porque mientras los ataques con violencia o intimidación caen un 10% y los hurtos un 0,17%, las sustracciones de vehículos se elevaron un 34% (de 641 a 859) y las estafas crecieron un 21% (de 6.652 a 8.087). La Policía autonómica vincula este último dato «sin duda al incremento de las transacciones informáticas».

El año pasado también se redujeron los atracos en viviendas casi un 30% y en trasteros y garajes -un 11%-. No obstante, estos datos hay que tomarlos con ciertas reservas ya que una circular interna reclamó hace año y medio a las comisarías que no maquillen algunas estadísticas para mostrar una gestión más eficaz. Precisamente, en lo que respecta a los asaltos a pisos, uno de los delitos que más habían crecido durante la crisis y que mayor alarma social provocan, fuentes policiales confirmaron que se han dado casos en los que, si el robo acaba siendo frustrado, la denuncia se cataloga como un mero delito de «daños».

Más detenciones

Lo que se elevaron «ligeramente» fueron los homicidios. Hubo exactamente once, uno más que el año anterior, aunque los responsables de la Ertzaintza se congratulan de que todos los casos han sido ya resueltos. A esta categoría corresponden episodios de violencia de género como el de la bilbaína que fue atropellada por su expareja o la mujer que apareció bajo una cama de su casa tras ser asesinada por su novio en Erandio. También hay otros sucesos de gran calado, como el de la abuela que ahogó hasta la muerte a su nieta de diez años en Rentería, o el de la conductora que perdió la vida en Villabona al chocar contra un camionero que circuló varios kilómetros en dirección contraria bajo los efectos del alcohol.

Entre los delitos más graves, se redujeron las agresiones sexuales un 7,2%, pero crecen las quejas por otro tipo de ataques a la libertad sexual. Son esos incidentes que la estadística tipifica como «de menor intensidad», pero que se han repetido con demasiado asiduidad en 2015. O al menos empiezan a denunciarse. Su proliferación, especialmente durante la época de fiestas patronales, llevó a los ayuntamientos vascos y a Emakunde a hacer un llamamiento urgente para ponerles coto. En agosto se contabilizaban 178 casos y al cierre del ejercicio han sido 232.

La estadística policial también pone de manifiesto que el pasado año en el País Vasco aumentaron los expedientes por tráfico de drogas -3,6%- y que se redujeron los detenidos por conducir bajo los efectos del alcohol -un 8,9% menos- y por alterar el orden público -una reducción del 28,6%-. En todo caso, el Departamento de Seguridad confirma que en 2015 hubo, en total, más arrestos sea cual fuere la causa. De los 22.246 de hace dos años se pasó a 23.046.

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