Aceite de oliva, ¿producto delicatessen?

Si es usted de los que hacen la compra a diario, es casi seguro que no le descubrimos nada nuevo: el precio del aceite de oliva se ha disparado hasta niveles estratosféricos, no conocidos en la última década. Según los expertos, se trata del periodo alcista más largo experimentado en los últimos 20 años fruto de la extrema sequía del año pasado, que ha reducido a la mitad la producción de aceituna. Tan fuerte ha sido el encarecimiento que este producto básico en la dieta mediterránea ya ha pasado a ser considerado para algunas familias una delicatessen o, directamente, se han visto obligadas a eliminarlo de su cesta de la compra: el último panel de consumo alimentario elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente refleja que la caída respecto al mismo periodo del año pasado ya ronda el 13%.

Aunque el precio del aceite de oliva virgen extra (AOVE) se ha disparado en origen más un 50% desde comienzos de año, los consumidores no estamos asumiendo este incremento en su totalidad. Los grandes distribuidores están tratando de atemperar la subida para evitar una desbandada de la clientela. Según la patronal de envasadoras de aceite Anierac, que representa aproximadamente al 80% de los envasadores nacionales, los precios de venta al público han subido un 15% de media. Sin embargo, basta con echar una ojeada por las estanterías de cualquier supermercado para comprobar que en algunos casos el incremento supera el 40%: algunas botellas de AOVE se pagan hoy en día casi dos euros más caras que un año atrás.

Y a que, en puertas de que empiece otra campaña, las almazaras se han quedado ya prácticamente sin existencias mientras que las envasadoras dosifican el poco que queda hasta que llegue la nueva producción. Los precios en origen de la calidad virgen extra se sitúan ya por encima de los 4 euros por kilo, según refleja el último informe sobre el mercado del Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA). "Las ventas se han mantenido, saliendo a un ritmo escaso pero constante, para abastecer a un mercado ávido de un oro líquido que se acaba en las bodegas", señaló el portavoz y gerente de la asociación agraria Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, quien cree necesario "regular el mercado" para evitar fluctuaciones en los precios que perjudican "enormemente" al consumo. "Corremos el riesgo de que al final se desvíe a otras grasas y luego es muy difícil, por no decir prácticamente imposible, recuperarlo", reconoce.

Los responsables de Asaja creen que no va a haber desabastecimiento porque "el mercado se está regulando exclusivamente por la ley de la oferta y la demanda". "Son muchos los consumidores que directamente quedan excluidos porque no pueden afrontar los precios del mercado". Pero, ¿hasta cuando vamos a pagar el 'oro líquido' a precio de platino? Los expertos creen que, probablemente, hasta el mes que viene, cuando comience a entrar aceite de la nueva temporada. Pero los más pesimistas advierten que la escalada alcista podría prolongarse en el tiempo si en las próximas semanas la meteorología no acompaña y no llueve en cantidades suficientes para garantizar una buena cosecha.