Los 193 países de las Naciones Unidas firman la nueva agenda para el desarrollo sostenible

El objetivo común de lograr un verdadero desarrollo sostenible a nivel mundial está más cerca de lograrse. Los 193 Estados que conforman la Organización de las Naciones Unidas firmaron ayer en Nueva York la nueva agenda de desarrollo sostenible ("Transforming Our World: The 2030 Agenda For Sustainable Development"), un documento que establece una serie de objetivos para combatir la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. Además de los representantes de los Estados, también participó en la cumbre el Papa Francisco, quien quiso refrendar el propio documento firmado.

Sin duda, el día de ayer quedará grabado en los libros de historia. Los 193 Estados firmaron una agenda que establecerá una serie de deberes para lograr que este mundo sea un poco más justo. Es cierto que se trata de objetivos complicados de lograr y que se necesitará mucho tiempo para que sean una realidad, pero el paso dado en el histórico día de ayer ayudará a que millones de personas comiencen a ver una pequeña de luz al final del túnel. Indudablemente, la cita de ayer adquirió una mayor importancia gracias al apoyo del Papa Francisco. Además, su presencia ayudó a que se viera una estampa jamás vista. Y es que por primera vez en la historia se izó la bandera del Vaticano en la sede de Naciones Unidas.

La nueva agenda -que viene a tomar el relevo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un documento firmado en el año 2000 por los Estados Miembros de Naciones Unidas- establece 17 objetivos y 169 metas a conseguir antes del año 2030, fecha límite para lograr todos estos propósitos. Algunos están relacionados con temas tan sensibles como la erradicación del hambre o con poner fin a la pobreza en el mundo. Y otros con cuestiones como el cambio climático o la igualdad entre los géneros. Estos objetivos también se establecieron en la anterior agenda pero poco se ha podido avanzar en este sentido. Sin embargo, en esta nueva se ha querido dar un paso más allá. Los 193 países han aceptado objetivos para reducir la desigualdad en y entre los países y lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros y sostenibles (objetivos 10 y 11 de la nueva agenda). Es decir, países considerados del primer mundo se han autoimpuesto una serie de deberes que tendrán que tratar de cumplir.

Aún así, la realidad vivida en el día de ayer y durante la semana- puede dejar un sabor de boca un tanto agridulce. No es fácil de entender que a menos de 100 metros -o yardas, como se quiera- de donde se firmaba la agenda se encontraran las entidades bancarias más importantes del mundo, el Diamond District Distrito del Diamante, donde los judíos salen de sus pequeños negocios con unos maletines negros- o la Quinta Avenida con las tiendas más lujosas del mundo. Ver cómo los líderes mundiales debatían sobre el hambre en el mundo mientras a menos de dos manzanas alguien compraba un diamante de medio millón de dólares no deja de sorprender. Pero New York es una ciudad de contrastes y esta agenda también ha estado rodeada de este tipo de situaciones.

Cabe destacar el elenco de personas famosas e influyentes que se han dado cita durante estos días en la ciudad. Nadie ha querido perderse tal importante cita. Desde David Beckham hasta Shakira, pasando por Coldplay hasta Beyoncé. Estos dos últimos ofrecerán hoy un concierto gratuito en Central Park, dentro de un evento paralelo aunque muy relacionado- a esta cumbre de Naciones Unidas.

Nadie puede predecir cómo estará la situación global en 2030 pero de lo que no cabe duda es que el mundo cuenta a partir de ayer con una nueva arma para combatir la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. Temas sensibles que requieren de la cooperación de todos, sin duda.