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Joseba Segura, en la iglesia de San Francisco Javier, en Bilbao. MAIKA SALGUERO
«En el Seminario y la Misericordia han aparecido más sospechosos de abusos»

«En el Seminario y la Misericordia han aparecido más sospechosos de abusos»

Joseba Segura | Obispo de Bilbao ·

«El Papa cree que el cierre del 'caso Gaztelueta' que hizo aquí la Iglesia no fue bueno», advierte el obispo, que anima a denunciar estos casos

Alba Cárcamo

Domingo, 25 de septiembre 2022, 01:37

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El obispo de Bilbao, Joseba Segura, no es ajeno al impacto que ha causado la reapertura del 'caso Gaztelueta' por parte del Vaticano. Entiende que la razón es que en Roma «creen que el cierre que hizo aquí la Iglesia no fue bueno» y advierte de que, en su Diócesis, se tratarán los abusos a menores «con luz y taquígrafos». De ahí que mantenga abierta una investigación sobre los casos denunciados en el Seminario de Derio y en La Misericordia. En esas pesquisas, advierte, «se ha señalado a más gente que a los dos curas iniciales»

- El Papa reabre el 'caso Gaztelueta' siete años después de la primera denuncia. ¿Por qué ahora?

- Cree que el cierre que se produjo en una primera investigación que hizo la Iglesia aquí no fue bueno y que debe cerrarse de otra forma.

- ¿Y qué ha cambiado para que en su momento el cierre les pareciera bueno y ahora no?

- Yo entonces no estaba en Bilbao y no tengo todos los detalles, pero el primer informe decía que no había suficiente claridad de que se hubiera producido un abuso y ahora hay una sentencia firme que claramente establece que sí se ha producido.

- ¿Tiene algún recorrido esta nueva investigación?

- No soy experto en Derecho Canónico, pero no sé hasta qué punto va a poderse instruir un caso respecto a un laico. No sé cuál es el centro de la investigación, porque a mí lo único que me comunicaron es que se iniciaba en los términos en los que lo hice público.

- La familia ha agradecido recientemente su cercanía. ¿No la tuvo antes la Iglesia vizcaína?

- Efectivamente consideran que los responsables de la Iglesia no les prestaron en su momento la atención que ellos querían. Pero han reconocido que el vicario general, Ángel María Unzueta, tuvo muchísima delicadeza y estuvo varias veces con ellos. El obispo tuvo un acercamiento, pero no se produjeron las condiciones para poder hacer esa reunión. Yo no creo que en ningún momento tuviera intención de dificultar nada.

- Si a usted ahora le llega un caso como este, ¿cómo actuaría?

- En el momento en que yo oigo la palabra abuso, inmediatamente pediría una entrevista con los padres. El Opus Dei tiene una capacidad de trabajar por su cuenta y una responsabilidad autónoma, pero yo no me voy a quedar ahí diciendo que esto no es mío, esto no me preocupa. A mí, todo lo que pasa en la Iglesia de Bizkaia, aunque sea en órdenes religiosas, me afecta.

- Las víctimas, en general, no se han sentido apoyadas hasta hace relativamente poco.

- Ciertamente, si denuncian que hace 40 años no les han apoyado, tienen razón. Podía haber una preocupación, que yo no comparto, por considerar que lo mejor que se puede hacer por la Iglesia y por su imagen es ocultar lo que puede estar sucediendo. Pero, en lo que se refiere a hoy, yo creo que no, yo creo que las víctimas recibidas en la comisión, que son muchas, han tenido la sensación de que les hemos cuidado.

- ¿Y qué les diría a las personas que están en esa situación?

- Yo no puedo decirle a nadie que no quiere dar el paso que lo dé. Hay situaciones tan diversas... Pero les animaría a aquellos que creen que realmente les puede ayudar que salgan a denunciar los abusos.

- ¿Todo el mundo lo entiende así en la Diócesis? También hay gente partidaria de lavar los trapos sucios en casa.

- Yo creo que el que piense así está completamente equivocado. La gran mayoría de la gente que ha trabajado con chavales se ha comportado como debía, pero algunos no. ¿Qué mal hay en reconocer que efectivamente eso se ha producido y que además no se puede volver a producir? La mejor manera de evitarlo es que todo el mundo sepa que, si pasa algo, eso va a salir, y se va a tratar con luz y taquígrafos.

- ¿Ha recibido usted algún toque de atención?

- Alguno sí, y recientemente. Un grupo de curas me ha pedido que seamos cuidadosos con la presunción de inocencia. Yo no he acusado a nadie que no sepa realmente que lo ha hecho. Pero si dices 'oye, mira este testimonio de esta persona, me merece atención porque me parece que es auténtico y es leal', eso a algunos les parece que estás condenando a la persona que ha sido acusada.

- Dudan de las víctimas.

- Yo tengo algo claro: he tenido mucha experiencia con víctimas y no he encontrado ni un solo caso de nadie que me dé la impresión de que se está inventando o creando algo que no sucedió. El gran peligro no es que se engañe con cosas que no pasaron; el peligro es que no se escuche suficientemente a los que han sufrido. Hay algunas personas que dicen que estamos siendo demasiado duros con este asunto.

- ¿En cuántos casos trabaja la comisión de prevención de abusos de la Diócesis?

- En total tenemos conocimiento de unos 14 sacerdotes acusados. Algunos casos no se investigan porque están claros y otro está en proceso judicial.

- ¿El proceso judicial es el del vicario de Uribe Kosta?

- Sí, el que es conocido. Lleva ya bastantes años porque se empezó en noviembre de 2018 y siguen los juicios. No tengo información de cómo van. Imagino que este año se conocerán sentencias.

- Al margen de esta persona, ¿alguno de los otros 13 está vivo?

- No.

- ¿Y encubridores?

- Encubridores en el sentido de que alguien ha tenido evidencia de que había algún señor por ahí realmente actuando contra un niño y que no haya hecho nada, yo sinceramente creo que es muy difícil de encontrar. Yo creo que las cosas no han sido así.

- Entonces, ¿por qué había traslados?

- Aquí no había. Una de las personas afectadas por la investigación del Seminario de Derio (el consejero espiritual, Manuel Estomba), en un momento determinado se fue a Ecuador. Hemos hecho allí investigación a ver si hubo algún tipo de problema, y nos han dicho que no.

- ¿Por qué fue trasladado?

- Él pidió irse. He preguntado tanto a los compañeros que estaban allí cuando lo recibieron, a los obispos, a gente que estaba aquí... Y no sabían por qué se fue. Y yo creo que es sincera la gente.

«No sé hasta qué punto se puede instruir un caso contra un laico de Gaztelueta»

- ¿Cómo van las investigaciones de la UPV (la Misericordia) y Deusto (Seminario)?

- Están avanzando. Antes de que acabe el año las tendremos cerradas. Sí puedo adelantar que los investigadores se están encontrando con que no son tantas las personas que quieren contar. Quizá los resultados no son tan llamativos como se podría esperar, pero eso da igual. Con que haya dos o tres casos me lo tomo totalmente en serio.

- Al margen de los dos curas acusados en esas instituciones, ¿se ha señalado a más?

- No he visto el borrador definitivo de la Misericordia, pero estaba un cura implicado (José Luis Pérdigo), el director, que tenía mucho prestigio y reconocimiento en ese momento. Y se ha señalado a alguien más, a otra persona, pero no sé si era trabajador o cura.

- ¿Y en el Seminario?

- Las acusaciones no son de muchas personas, pero afectan a varios sacerdotes.

- Al final han salido más nombres de los esperados.

- Muchos pensaban que eso iba a pasar, pero yo tengo la sensación de que los curas afectados en Bizkaia no son tantos como han podido ser en otros sitios. Pero tenemos los casos que ha habido, tenemos que sacarlos a la luz, tenemos que reconocerlos, tenemos que admitirlos. Tenemos que pedir con toda convicción perdón a las personas que han sufrido.

«Intentaremos no cerrar iglesias, pero los curas dan de sí lo que dan»

- Acaban de empezar el nuevo curso. ¿Cómo afrontan la caída de fieles?

- Es un fenómeno que afecta a toda la Iglesia europea y es progresivo. No sabemos exactamente cómo va a evolucionar, pero sabemos que en las iglesias están con gente mayor y que es muy difícil transmitir lo que es el valor de la participación de la Eucaristía, la meditación evangélica o la vida sacramental en el mundo juvenil. La gente además se ha hecho más individualista. Hay un cambio cultural enorme.

- ¿No ve futuro?

- Sí. Solo en Bilbao, los colegios diocesanos tienen más de 10.000 alumnos. Todavía hay muchísima gente que confía en lo que la Iglesia puede proponer. Yo estoy viendo gente, matrimonios jóvenes, que valoran cada vez con más claridad lo que es la dimensión religiosa de la vida.

- Pero con este panorama, ¿cerrarán iglesias?

- No tenemos previsto ningún cierre para este año, pero reconozco que, en las zonas rurales, hay iglesias que son muy grandes y que tienen comunidades pequeñas. Hay que ver cómo vamos gestionando eso, intentando no cerrar las iglesias, pero los curas dan de sí lo que dan. No puedo decir cómo será la situación en 20 años.

- ¿Y la residencia sacerdotal Venerables?

- En este momento no tenemos una idea clara, pero probablemente antes o después sí. Entre otras cosas porque no se puede reconvertir en una residencia que cumpla con los requisitos que ahora se requieren. Tiene muchos años, habitaciones muy pequeñitas, y no podemos hacer una obra para transformarla, entre otras cosas porque el edificio no es nuestro, es de la BBK.

- Las trabajadoras están en huelga por los despidos.

- Hay gente que ha estado trabajando y que tiene que ejercer sus derechos, recibiendo las compensaciones necesarias, pero sencillamente hay menos trabajo y hay 11 sacerdotes que ya no están allí. Vamos a hacer lo posible para que, efectivamente, esas personas reciban una compensación para poder rehacer su vida.

- Donde acaban de comenzar las obras es en la nueva sede del Obispado en Bilbao.

- Es un proyecto que empezó con el obispo anterior, con una reflexión en los consejos, donde se hicieron varias propuestas. Me consta que la propuesta del obispo era otra, no fue la que tuvo más apoyo, que fue esta finalmente. Y entramos en este camino...

- …tortuoso.

- No diría camino tortuoso, pero sí diría un camino en el que legítimamente nos encontramos con otros intereses de personas que no quieren que aquello, pudiendo ser una plaza pública, que se convierta en un edificio, entiendo. Pero hay que funcionar según lo que dicta el derecho, con lo que dictan los tribunales, y en algunas sentencias específicas el Ayuntamiento ha ganado.

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