Seis mayores muertos y 35 contagiados en una residencia de Balmaseda arrasada por el virus
Constituyen la mitad de los ingresados en el centro de Las Laceras. La inspección foral exigió que se hicieran las pruebas
El coronavirus ha mostrado su rostro más cruel en la residencia Las Laceras, ubicada en Balmaseda. Allí han muerto seis mayores, cinco de ellos este mismo miércoles, que permanecían aislados tras detectarse el primer caso y presentar síntomas compatibles con la enfermedad. Su estado se fue agravando y fueron finalmente derivados a hospitales, donde no pudieron hacer nada por salvar sus vidas.
El área foral de Acción Social admitió este miércoles por la noche los decesos, si bien trasladó que «no hay confirmación de que los fallecidos tuvieran el Covid-19 y hay que destacar que presentaban múltiples patologías». Desde la Diputación no quisieron ofrecer más explicaciones «hasta mañana» (por hoy).
El brote del patógeno originado en China se ha extendido como la pólvora en esta residencia de Las Encartaciones, perteneciente al grupo DomusVi. Tiene capacidad para albergar a 88 dependientes, aunque en la actualidad sumaba unos 80, una parte de ellos en plazas concertadas, que reciben financiación de las arcas forales. La propagación ha sido tan rápida que la mitad de los residentes están contagiados, según confirmaron fuentes sindicales y también del área de Acción Social. Lo supieron este viernes gracias a unos test que se hicieron el lunes «a petición de la inspección foral». Hasta ahora no se había hecho público que los inspectores habían visitado las instalaciones de Las Laceras.
Ander Akarregi, portavoz de ELA en el sector, explicó que «el lunes se realizaron las pruebas a cuarenta mayores dependientes que estaban aislados porque tenían síntomas asociados al virus. 35 de ellos han dado positivo. Esto supone que más de la mitad de los residentes, sumando a los fallecidos, tienen coronavirus». Los cinco fallecidos de este miércoles se suman al que se hizo público la semana pasada.
No sólo hay mayores contagiados, tal y como sucede en los 28 centros donde ha entrado el Covid-19, pese a la prohibición de las visitas de familiares. Akarregi añadió que «seis trabajadoras han dado positivo en Las Laceras y otras 23 se encuentran aisladas». Denunció que «lo increíble es que ni siquiera en esta situación se han hecho test a esas trabajadoras en cuarentena». Desde la central volvieron a censurar «la falta de medios humanos y de prevención, que está derivando en contagios masivos».
La portavoz de Babestu, Iraide Urriz, acusó este miércoles por la noche a la Diputación de Bizkaia de «no estar facilitando los datos para saber lo que sucede realmente, a diferencia de Álava y Gipuzkoa. Sentimos mucha impotencia porque se nos oculta información que deberíamos conocer».
La noticia sumió en una honda inquietud a Balmaseda, un municipio con menos de 8.000 habitantes y donde muchos tienen familiares y conocidos en Las Laceras. El alcalde, Aitor Larrinaga –perteneciente al CLI, una candidatura independiente–, se mostró este miércoles por la noche «muy preocupado» y aseguró que sólo tenía confirmación «del fallecimiento de la semana pasada, momento en que había otros cuatro residentes infectados. Los Bomberos estuvieron el lunes de la semana pasada desinfectando y se aisló a algunos usuarios en habitaciones individuales».
Larrinaga agregó que, por esas mismas fechas, en la otra residencia de la localidad, la León Trucios, «no había casos» diagnosticados. El regidor recordó que en los últimos datos hechos públicos por Osakidetza «hablaban de 17 infectados en todo Balmaseda», una cifra que se ha disparado después de hacer los test. «Habrá que redoblar las medidas», anunció. Balmaseda fue la primera localidad vizcaína que cerró sus colegios, tres días antes del decreto de alarma, por orden del Gobierno vasco.
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