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MARTÍN IBARROLA
Sábado, 30 de diciembre 2017, 01:06
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Ahora mismo no se sabe con certeza si los conductores que aparquen en Bilbao la semana que viene podrán comprar el tique de la OTA o se encontrarán con un parquímetro apagado. El Gobierno vasco denegó ayer la solicitud de servicios mínimos realizada por la empresa UTE Eysa-Cycasa, por lo que a partir del próximo 2 de enero solamente trabajarán aquellos operarios que no secunden la huelga. A pesar de la incertidumbre sobre el número de vigilantes y recaudadores que responderán a la convocatoria, el Ayuntamiento ha confirmado que «no suspende el servicio».
Fuentes de los cinco sindicatos implicados han explicado que todos los ‘jefes de equipo’, únicos encargados del mantenimiento de las baterías, se han sumado al parón indefinido. «Nadie hará el recambio y las máquinas solamente tienen una autonomía de unos cuatro días, dado que en invierno los paneles solares son anecdóticos. Calculamos que para el miércoles o el jueves empezarán a fallar. Y si los parquímetros no funcionan, nadie podrá poner la OTA». Un análisis que la empresa encargada del servicio de aparcamiento considera «rotundamente falso». «Las baterías de los parquímetros se cambian una vez al mes porque los paneles que las acompañan sirven para recargarlas, así que estamos convencidos de que aguantarán». En cualquier caso, la plantilla de ‘oteros’ estará sustancialmente mermada, considerando que 95 de los 140 trabajadores decidieron secundar la huelga por mayoría -87 votaron sí, seis en contra y dos en blanco-.
Los encargados de la firma ya han iniciado un procedimiento interno para «garantizar ante todo la seguridad del personal que quiera trabajar», recomendando patrullar en parejas, e insisten en la importancia de velar por los parquímetros: temen que sean saboteados». «De momento no sabemos con cuántos operarios contamos, pero planeamos centrarnos en aquellas zonas con mayor rotación y uso del servicio».
La reunión celebrada ayer en Bilbao en la sede del departamento de Trabajo del Gobierno vasco, junto a representantes gubernamentales, un técnico del Ayuntamiento y las dos partes implicadas, fue un «encuentro muy tenso», en palabras del delegado de ELA, Iñaki Oliden. A pesar de que ambas partes indicaron no tener problemas «para sentarse a negociar», ninguna parece predispuesta a ceder. Los huelguistas no volverán a trabajar hasta que readmitan a sus siete compañeros «injustamente despedidos» y la empresa no está dispuesta a anular la sanción porque se basan en «una falta disciplinaria grave».
7 operarios fueron despedidos por «no cumplir con sus obligaciones», según la empresa, que los acusa de «trabajar sólo el 20% de su jornada». Las acusaciones han sido desmentidas por los empleados, que ven detrás de la medida un ajuste de cuentas.
559 parquímetros Las máquinas de la OTA de Bilbao controlan un total de 16.600 aparcamientos repartidos por toda la ciudad.
Multa por expedientes La empresa tiene que pagar una multa de 120.000 euros debido a los «incumplimientos» del contrato, que se descuentan en la factura que presenta la contrata al Consistorio cada mes por sus servicios.
La empresa asegura que ha ratificado, a través de una agencia de detectives, «la falta de productividad de estos empleados, que sólo trabajaban un 20% de su jornada de manera efectiva; el resto se lo pasaban en bares o con los brazos cruzados». Una acusación que los ‘oteros’ encuentran «absurda» y han desmentido desde el comienzo del conflicto. «Nos pasamos nueve horas al día andando y no tenemos locales, entramos en bares para ir al baño y sentarnos un momento, nada más», resumen los huelguistas.
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