Domingo, 31 de marzo 2019, 00:48
Al fondo, el salto de agua de la presa del Bolintxu forma una de las imágenes más singulares del valle.
Fernando Gómez
El bosque de rivera flanquea el arroyo.
Fernando Gómez
Katilu para refrescarse en un manantial.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
El Bointxu está formado por la confluencia de varios arroyuelos que brotan de los barrancos del Pagasarri.
Fernando Gómez
Musgos en la humedad del bosque.
Fernando Gómez
Helechos y pequeños saltos de agua jalonan la vega.
Fernando Gómez
El sifón que trae el agua del embalse alavés del Zadorra a Bilbao es hoy la única infraestructura que atraviesa el valle.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Una de las pozas naturales que se forman en el río.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Las inundaciones del 83 reventaron la presa del Bolintxu.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Aguas cristalinas.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
La cascada del Bolintxu, desde arriba.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
El Bolintxu nace en las laderas del Pagasarri y desemboca en el Ibaizabal a la altura de La Peña.
Fernando Gómez
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Bolintxu muestra todo su esplendor con sus vivos saltos de agua y su vegetación en pleno apogeo.
Julio Arrieta
Los primeros brotes de la primavera.
Fernando Gómez
Las rocas con musgo y los saltitos de agua.
Fernando Gómez
Avellanos, fresnos, alisos y sauces son los ejemplares más comunes en el bosque de rivera.
Fernando Gómez
Manto vegetal en el sotobosque.
Fernando Gómez
El sistema Nogales de cuevas, habitado por murciélagos, tiene el acceso restringido por seguridad.
Fernando Gómez
La zona atrae a mendizales y deportistas.
Fernando Gómez
Árboles jóvenes a lo largo del arroyo.
Fernando Gómez
Colores y texturas diferentes en el arranque de la primavera.
Fernando Gómez
La imágen más idílica del valle.
Fernando Gómez
La vida se abre camino en Bolintxu.
Fernando Gómez
El agua, entre la vegetación.
Fernando Gómez
Distintas especies vegetales, en Bolintxu.
Fernando Gómez
Manto verde.
Fernando Gómez
El último valle de Bilbao, un gran desconocido para muchos vecinos de la villa.
Fernando Gómez
La bruma de primera hora de la mañana se pega en las peñas de Uzkorta.
Julio Arrieta
El agua, el gran protagonista de Bolintxu.
Bernardo Corral
Los helechos abundan en la zona.
Bernardo Corral
La belleza salta en cualquier esquina de Bolintxu.
Bernardo Corral
La primavera irrumpe en el valle.
Bernardo Corral
Sol y sombra en el idílico enclave bilbaíno.
Bernardo Corral
La senda del Bolintxu, el último valle de Bilbao.
Bernardo Corral
Grandes árboles dan la bienvenida al paseante.
Bernardo Corral
Los senderos del Bolintxu, lugares mágicos.
Bernardo Corral
El final del camino, en la confluencia con la autopista AP-68.
Bernardo Corral
Amantes de la fotografía, en Bolintxu.
Bernardo Corral
La luz entre la vegetación, un espectáculo.
Bernardo Corral
Falsas acacias tumbadas sobre el cauce del río.
Bernardo Corral
Un roble centenario, ‘decorado’ con gracia.
Bernardo Corral
Erguidos, inclinados, caídos... los árboles forman un entramado espectacular.
Bernardo Corral
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