Un jardín lineal con encinas y depósitos de drenaje que recogerán agua para el riego

De hecho, María Díaz de Haro ya tiene tilos en su trazado, que sufren drásticas podas por la falta de espacio. Un adecuado distanciamiento y la plantación de una variedad más compacta y erguida evitará este problema. La encina, poco utilizada en la ciudad, ha sido elegida por adecuarse a la perfección al entorno urbano. Al ser de hoja perenne, «aportará estabilidad al conjunto de la calle».

En los extremos de cada tramo habrá alcorques con ejemplares de arce de Freeman. Es un híbrido, «de copa estrecha y compacta, que aportará ritmo y carácter con una intensa coloración otoñal, ya que gradualmente sus hojas de color verde se transforman en un rojo intenso antes de desprenderse». En el tramo de los números pares, por su parte, se dispondrá una alineación de alcorques en los que se colocarán también arces, pero en este caso de la variedad Red Shine.

«Mezclamos árboles de hoja caduca con otros de hoja perenne. En la selección del arbolado se ha buscado que, durante todo el año, haya una paleta cromática que vaya cambiando», explicó Abaunza. Igualmente novedoso es el tratamiento que se dará al subsuelo. «Vamos a desplazar el mayor número posible de conducciones de saneamiento, agua o cableado» para favorecer el crecimiento de las raíces de los árboles. Además, «implantaremos un sistema urbano de drenaje sostenible». Unos pequeños depósitos recogerán el agua de lluvia para que el arbolado tenga una reserva durante todo el año.