«Tenemos que quitar terrazas del Casco Viejo»
Asume que la gente en Bilbao otorga ahora más importancia a la «tranquilidad», pero también apunta que «el ocio es importante»
Kepa Odriozola (Amorebieta, 1962) es el responsable de que Bilbao esté en perfecto estado de revista cada mañana. Llegó al Ayuntamiento hace poco más de ... un año, cuando Ricardo Barkala, compañero de filas del PNV, se fue a mandar en el Puerto, y desde entonces es presidente del Consorcio de Aguas. Ahora, en el mandato que arrancó el pasado mes de junio, también es concejal de Servicios y Calidad de Vida.
- ¿Qué ha hecho en estos últimos meses para mejorar la calidad de vida de los bilbaínos?
- Nada en particular y todo en general. El día a día de nuestra área es un reto porque la ciudad levanta la persiana cada mañana y somos los garantes de que las calles estén limpias, el agua llegue a las casas y a los negocios, el alumbrado funcione y nos dé seguridad, los parques estén en condiciones... Que Bilbao esté bien es fundamental también para que se genere actividad económica y lleguen inversiones.
- En el uso del espacio público, ¿prima el derecho al descanso o el derecho al ocio?
- No tiene que primar ninguno. Lo que hay es que lograr la convivencia pacífica entre terrazas, peatones, vecinos y vecinas, hostelería, etcétera. Que el ocio no interfiera en el descanso.
- ¿Es eso lo que está ocurriendo?
- Queremos que ocurra. Seguro que una parte de la población cree que no estamos haciendo lo suficiente, pero trabajamos para lograr ese escenario de convivencia.
- ¿Cómo?
- Tanto desde esta área como desde otras nos reunimos con asociaciones de vecinos, comerciantes, hosteleros... No es fácil que todo el mundo esté satisfecho porque el ocio, a veces, genera incomodidades.
- ¿Antes la gente soportaba mejor esas incomodidades?
- No podemos olvidar que todos hemos sido jóvenes, y que nuestros hijos salen por la noche a disfrutar. No sé si ahora toleramos menos, pero quizás sí primamos más ciertos valores, como el hecho de estar tranquilos. Lo que ocurre, insisto, es que en una ciudad tienen que convivir distintas situaciones y el ocio es importante.
- Las terrazas generan conflictos y el plan director está por desarrollarse en las zonas más delicadas.
- Estamos en un periodo de transición. Las terrazas han sido el salvavidas de muchos establecimientos tras la ley antitabaco, y hoy son el motor de muchos negocios. Pero también es cierto que en los últimos años su implantación ha crecido tanto que necesitamos una racionalización para que se integren correctamente en la ciudad.
- ¿Dónde sobran?
- Estamos trabajando en distintas zonas como Ledesma, Jardines, Plaza Nueva, Pozas... En el Caso Viejo vamos a tener que retirar algunas. Ya hemos elaborado una propuesta técnica para Jardines que quizás suponga eliminar alguna autorización y que generará malestar en algún local, pero es necesario para facilitar el acceso, por ejemplo, de servicios de emergencias. En la Plaza Nueva también pensamos disminuir el espacio de alguna terraza para facilitar el tránsito de la gente. Y en Pozas estamos analizando instalar mesas altas para que haya más espacio y más agilidad en el tránsito de peatones por la acera.
- ¿Para cuándo será todo eso?
- Para Jardines ya hemos elaborado un plano. Tenemos que hablar con hosteleros, vecinos... La idea es que en enero del año que viene se comience a implantar el plan director en las distintas zonas.
- Otra de las competencias de su área es la recogida de basura. ¿Reciclamos lo suficiente?
- Lo hacemos bastante bien, las campañas de concienciación han dado sus frutos, pero tenemos que seguir mejorando. Hoy estamos en una tasa del 46%, pero las directivas europeas nos van a obligar a reciclar el 50% de los residuos que generamos. Hay que mentalizarse que el cambio climático es algo que ha llegado para quedarse y una mala gestión de residuos produce más gases de efecto invernadero.
«Hay que mentalizarse de que el cambio climático ha llegado para quedarse: debemos reciclar más»
La limpieza, marca de la casa
- ¿Puede afectar ese cambio climático al abastecimiento de agua?
- Hace treinta años ya tuvimos una sequía muy complicada que obligó a imponer restricciones en Bilbao. De aquello se aprendió y se hicieron más instalaciones y captaciones nuevas para que no se repitiese. Hace un año se inauguró la planta de bombeo de Etxebarri para que, en caso de sequía, se pueda extraer agua de la ría, tratarla y que llegue a los grifos de los usuarios. Lo mejor es que no haya que usarla nunca, pero tenemos que estar preparados; todos vemos que cada vez hay más periodos de buen tiempo y llueve menos.
- ¿Es Bilbao una ciudad limpia?
- La limpieza aquí ya es una marca. En el último informe de la OCU se situaba a Bilbao como la segunda ciudad más limpia del Estado (sólo por detrás de Oviedo). Invertimos cada mes 2,4 millones de euros en ello. Aunque tenemos ahora una pelea especial con tres elementos: los excrementos de perro, las pintadas y las colillas. Pese a ello, también hay que decir que tener Bilbao como lo tenemos es mérito de la ciudadanía, que se implica en cuidar la casa de todos.
- Forma parte usted del gobierno local más fuerte en la historia de la democracia. ¿Tranquilo, no?
- Trabajamos como si estuviésemos en minoría; si no lo hiciésemos así, sólo cometeríamos torpezas y equivocaciones. Es verdad que los resultados de las últimas elecciones fueron muy buenos, pero dentro de poco la ciudadanía nos va a volver a examinar, así que hay que olvidarse de ellos y trabajar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión