«Queremos que consuman más, que se queden más tiempo y que repitan»
El Ayuntamiento desea poner más información a disposición de los visitantes y cumplir el objetivo de prolongar la estancia del visitante
La nueva wifi permitirá al Ayuntamiento conocer muchos datos adicionales e individualizados que el Consistorio se compromete a utilizar solo con el fin de mejorar ... su experiencia turística. El proyecto Biotip pretende que «consuman más y se queden más tiempo, y ojalá que se consiga que repitan su visita en el futuro», explica el edil de Desarrollo Económico Xabier Otxandiano. Lograr el reto que siempre ha tenido la ciudad, conseguir que se queden más de dos días, y para eso hay que poner toda la carne en el asador. Así, se les ofrecerá la información que ya se les aporta antes del viaje o en la Oficina de Turismo de forma «analógica», con folletos o mapas, sin que necesiten acudir a estas dependencias. «Para que la gente visite más sitios en la ciudad o en Bizkaia los tiene que conocer y el conocimiento va a venir más de lo digital y de lo personalizado», explicó. «Será el proyecto más importante del mandato en cuanto a digitalización de la ciudad».
Además, el Ayuntamiento podrá después estudiar con precisión a los turistas. Dónde se alojan, por dónde se mueven o cuánto tiempo pasan en cada sitio, y así desarrollar conclusiones para mejorar. Otra de las virtudes de la nueva wifi será, por ejemplo, que se pueda retransmitir en cualquier punto un evento que se esté desarrollando en otra parte de la villa con muchísima calidad. Además, Bilbao quiere atraer a empresas innovadoras y para eso, disponer de una red de estas características es fundamental.
La tecnología facilita mucho las cosas, también en la gestión de la ciudad. La mayoría de la gente tiene un teléfono inteligente que va dejando un rastro de sus movimientos. Esto no es nuevo, ya que uno puede desde hace tiempo saber dónde está su dispositivo perdido o robado. En la actualidad, las más de 120.000 personas que cada día se conectan a la wifi municipal dejan que al Ayuntamiento pueda conocer muchos datos: cuánta gente asiste a un evento y de qué nacionalidades en función del lenguaje en el que está configurado su teléfono, cuáles son los espacios más concurridos... De hecho, la red hace posible certificar que los domingos son los días en los que menos gente hay por las calles de Bilbao y que el día de Santo Tomás es cuando más, porque entonces se baten récords de conexiones a la red gratuita: más de 150.000 usuarios únicos
Sensores, el futuro
Esta legión de datos también ofrece unas utilidades interesantes en movilidad, ya que se puede saber cómo se mueve la gente, en qué paradas sube y baja, qué recorridos hace en autobús, a pie o en bici. La siguiente revolución será cuando las cosas se vuelvan inteligentes. Por ejemplo, ya hay instalados sensores en cinco contenedores, un proyecto piloto que pretende conocer si están o no llenos y que si se extiende a todos, permitirá optimizar las rutas de recogida de los camiones. Aplicar la inteligencia artificial en el mobiliario urbano va a posibilitar que se enciendan farolas mediante sensores, cuando alguien vaya a cruzar la calle, propiciando un ahorro muy importante en electricidad.
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