El Puerto cesa este mes su actividad en Bilbao al vender sus últimos muelles por 13 millones
El Ayuntamiento se hace con 100.000 metros cuadrados en Punta Zorroza para impulsar la futura expansión de la villa
El Puerto de Bilbao cesará este mes para siempre su actividad en la capital vizcaína, de la que se ha ido replegando a lo largo ... de las últimas décadas para dejar espacio a las operaciones urbanísticas que han transformado la ciudad. El trajín de los buques y la industria auxiliar se extendía hasta el mismo puente de San Antón, pero la zona franca fue retrocediendo y desplazándose al puerto exterior de Santurtzi. En la villa, el Puerto apenas conservaba hoy amarraderos en Punta Zorroza, donde a menudo llegaban buques a abrigarse del temporal. Y se marchará antes de que acabe el año de su última gran propiedad en Bilbao, poniendo fin a una etapa centenaria y crucial en la historia de la capital vizcaína, que despedirá así parte de su alma. La institución mantendrá de momento su sede social bajo el puente de La Salve, el palacio Olabarri, que podrá tener usos terciarios, y para la que se explora su conversión en un hotel. El Puerto plegará velas antes del 31 de diciembre, «si se cumplan todos los trámites». La aduana de la Guardia Civil también perderá su sentido al no permitirse que atraquen más buques y sus agentes -hay 38- trabajarán en Santurtzi.
El Ayuntamiento comprará este mes la parcela más importante de la que el Puerto disponía en la capital: más de 100.000 metros cuadrados en Punta Zorroza, para facilitar el impulso a un plan urbanístico que lleva años de «cocina» y se hizo más necesario que nunca después de que cinco personas de la misma familia murieran en un trágico incendio en La Landa. El puntal, la lengua de tierra entre el río Cadagua y el Nervión, era antes el motor de Bilbao. Miles de obreros de empresas emblemáticas -Talleres de Zorroza y Molinos Vascos, entre otras-, trabajaban a destajo junto a los animados muelles, siempre repletos de actividad, pero las aguas de la ría devuelven un reflejo agónico de esos símbolos de la pujanza industrial.
2.000 nuevas viviendas
El abandono se apoderó de la zona y la marginación se cebó con La Landa, la barriada que fue la semilla de Zorroza. El matadero dejó hace casi una década de sacrificar reses y la zona se convirtió en un desierto en el que apenas unos pocos vecinos se adentraban para sacar a los perros. Pero este reducto de unos 300.000 metros cuadrados es la última zona de expansión de Bilbao, donde la ciudad pretende estirarse con nuevas viviendas - unas 2.000- y polígonos de empresas y nuevos puentes a Barakaldo y a Zorrozaurre. El coste se cifró en 176 millones.
De momento, el Ministerio de Fomento, la Autoridad Portuaria y el Consistorio firmarán un convenio por el que se vende a la ciudad la parcela por 13,1 millones de euros de fondos municipales. La conforman muelles, cuatro pabellones industriales, dos pequeñas edificaciones y las dependencias portuarias de la Guardia Civil. «El interés del Ayuntamiento es facilitar la salida del Puerto», explicó el concejal de Planificación Urbanística, Asier Abaunza. El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria aprobará la operación a mediados de mes, según la portavoz del organismo. Aun así, el Gobierno central todavía deberá publicar una orden ministerial que desafectará los terrenos. Es decir, dejarán de ser de uso portuario.
Una vez materializada la compra, el Consistorio será el propietario del 60% del terreno. «Eso permitirá que podamos tirar del carro para que el plan se lleve adelante». El Gobierno vasco y la Diputación, además de Fomento, dueño de la línea de Renfe que sirve de frontera entre el barrio y esta zona, también tienen terrenos en el sector urbanístico. El resto pertenece a propietarios privados. Cuando termine esta legislatura, el plan especial, el que dibujará con todo detalle cómo quedará toda la zona, estará aprobado de forma definitiva. La empresa Sader, cuyos humos desatan quejan vecinales, deberá abandonar la ciudad antes de dos años a partir de entonces. Y las obras comenzarán durante el siguiente mandato, aunque antes de eso, todavía quedan trámites.
La segunda fase del plan de choque de La Landa, en 2020
El Ayuntamiento puso en marcha un «plan de choque» para convertir Punta Zorroza en una zona de esparcimiento de la que los vecinos pudieran disfrutar mientras el plan urbanístico avanzaba en los despachos. Así, se creó un parque de juegos para perros, nuevos paseos, se iluminó mejor el paso bajo las vías... En total, se actuó sobre 20.000 metros cuadrados. También se trasladará el depósito municipal de vehículos a la parcela del antiguo matadero. Asier Abaunza explica que el año que viene comenzará la segunda fase de este plan de choque, que rematará gran parte del barrio, desde el paseo de Olabeaga hasta el matadero. Por ejemplo, en la zona donde ahora acaban de demoler dos bloques de infraviviendas se habilitará un estacionamiento y un gran parque.
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