El Puente Colgante recupera su tirón turístico

De las personas que se han animado a subir a la histórica estructura de hierro -Patrimonio de la Humanidad-, este verano han prdominado los viajeros llegados desde Barcelona, seguidos de los de Madrid y en tercer lugar los residentes en la comunidad autónoma, en su mayoría vizcaínos. Eso sí, han tenido cierta presencia turistas de diferentes países de Europa, como Francia, Alemania, Italia, Holanda y Bélgica.

La responsable del transbordador aseguraba antes del verano la necesidad de «reactivarnos y tener continuidad». Parece que el esfuerzo ha dado sus frutos. «Estamos gratamente sorprendidos por los números de agosto», afirma Uriarte. «Este incremento de visitas ha puesto de manifiesto que necesitamos viajar, movernos, distraernos y dejar atrás el estrés de la pandemia. En cierta medida, el mal tiempo algo nos ha beneficiado». Echando la vista atrás apunta que los primeros cuatro meses del año «fueron realmente difíciles» y decidieron aplicar una política «prudente y conservadora» para tratar de salir del bache.

En junio, tras más un año suspendidas por la pandemia, el Puente Colgante recuperó su lado más aventurero y uno de sus grandes atractivos. Incorporó de nuevo en la agenda actividades deportivas como el 'goming': lanzarse al vacío desde la pasarela de la estructura a una altura de 45 metros enganchado a un arnés con cuerdas elásticas. Para saltar, por un precio de 100 euros, era necesaria la cita previa y tal y como afirmaron los organizadores, el equipo de Ojo Guareña Aventura, las reservas «se completaron enseguida» e incluso había lista de espera. También se retomó también la escalada por las torretas de hierro hasta arriba.