El Puente Colgante pierde más del 90% de sus pasajeros durante el confinamiento
«2020 va a ser un año muy duro y difícil. Lo damos por perdido», dice la gerente del Transbordador de Bizkaia
txema izagirre
Viernes, 1 de mayo 2020, 13:52
El confinamiento ha provocado el desplome del número de viajeros del Puente Colgante. El pasado 15 de marzo se cerró la pasarela superior y sólo está en marcha la barquilla, en la que la reducción de usuarios es tremenda. «Hemos caído un 90-95%», admite Marta Uriarte, la gerente del Transbordador de Bizkaia. Si se suman personas, vehículos, bicis, motos y furgonetas, la pérdida es de 183.810 viajes durante el mes de marzo si se compara con el del año anterior. Y eso que funcionó quince días con absoluta normalidad, hasta que se decretó la alarma sanitaria. Los efectos de la desescalada se van notando muy levemente, pero Uriarte declara que 2020 «va a ser un año duro y difícil. Este año lo damos por perdido», al no poder encarar «la inversión importante» prevista en la barquilla y en materia de accesibilidad. Sólo queda el consuelo de que vuelva la actividad y «confiar en el turismo interior; a ver si la gente se va recuperando y vuelve la alegría», lanza esta mujer como un deseo personal.
La pérdida total de marzo roza el 58%. «Si miramos el descenso durante el confinamiento, el porcentaje diario es del 90% como mínimo, llegando al 93 y 95% algunos días». En marzo de 2019 pasaron de orilla a orilla en este medio de transporte 278.590 personas. Las estadísticas de 2020 contabilizan 115.716. La menor caída registrada es la de coches, con 11.207 menos (-48%), y la mayor ha afectado a las bicis. Se han contado 6.154 menos, una bajada de casi un 68%. Después, el desplome de los números afecta a las motos, con cerca de un 62% menos.
A partir del 15 de marzo, a los responsables del transbordador les tocó cerrar la pasarela y las tiendas. El impacto del turismo de este monumento, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se quedó a cero. Se mantuvo solamente el servicio de transporte de la barquilla, con una reducción de la cadencia de viajes. La barquilla sale ahora cada 20 minutos de la misma orilla. El impacto también afectó al personal. De los 28 trabajadores en plantilla, el ERTE aplicado ha recaído en una docena. Ahora la empresa concesionaria se aprieta el cinturón para «reducir gastos en tiempo de pérdidas».
Sobre el panorama que le espera al Puente Colgante, el resto de los meses del año, lucen sombras. «Todo está a la expectativa», admite la gerente. Hay que esperar a los pasos que permite la desescalada anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y cómo regresará la actividad con la crisis generada por la pandemia. La intención de Uriarte es «mantener la infraestructura, mantener el transporte, y abrir la pasarela y las tiendas en cuanto podamos».
Con todo, Uriarte mira al futuro con optimismo. La vuelta al trabajo en sectores como el de la construcción ya ha marcado un leve ascenso en el uso del transbordador. Y se espera que suban aún más el número de viajeros con al la apertura de los comercios. Aunque nada será igual. Al tener que guardar distancias entre las personas, la barquilla no podrá ir a rebosar, como sucedía antes en las horas punta.
Según el calendario de la desescalada, por ahora toca esperar a ver los acontecimientos. «La pasarela entiendo que no podremos abrir hasta el día 25 de mayo». Así que la gerente sabe que «toca estar ahí, resistir y adatarse a los nuevos tiempos». Y la puerta de la recuperación depende en buena medida del turismo provincial. «A ver si nos animamos y se potencia el turismo local. Estamos ante un momento impresionante para reconocer los recursos tan extraordinarios que tenemos», resalta Uriarte.