En alerta por las mareas vivas que empiezan hoy: «Es un poco desesperante»

La calle Obieta, que cuenta con varios comercios, suele ser pasto de los desbordamientos. Las hermanas Ane e Itziar Etxebarria regentan la tienda de electrodomésticos Anaiak, un negocio que vio la luz hace 60 años. «Antes estábamos en un local de enfrente y se filtraba el agua. Pero ahora, como tenemos dos peldaños, somos el único negocio de toda la calle a la que no afecta este tipo de riadas. Además, tenemos las arquetas selladas», explican. Las dos recuerdan aún aquellas ocasiones en las que toda la familia ha tenido que remangarse para achicar agua.

Rafael Deusto, propietario del bar Goizalde, también ha vivido muy de cerca las mareas vivas. «En las últimas inundaciones me despertó la alarma del banco de al lado a las cinco de la mañana. Me asomé a la ventana y vi todo lleno de agua. A partir de lo ocurrido entonces tomaron medidas y se abrieron las alcantarillas, por ejemplo. Dicen que este año la pleamar va a ser de las más altas, pero esperemos que no pase nada», decía mientras cruzaba los dedos.

Mucho más «preocupado» se muestra Diego Etxebarria, secretario de la Asociación de Comerciantes de Erandio y gerente de la tienda de moda H2O Scarpa. «Por muchos sacos que pongamos, el agua entra igual. Se podría destinar parte del presupuesto para construir algún tipo de barrera, aunque sea en las entradas de las calles. En mi caso las riadas han llegado a alcanzar una altura de 28 centímetros. Perdí cuatro mil euros que no he podido recuperar», se queja.

El Ayuntamiento de Erandio ha informado de que durante estos días «se reforzará todo el frente de la carretera dejándolo sellado con sacos y también se pondrá el foco en la limpieza de todas las alcantarillas». Además, la Diputación, «retirará el material en los arenales susceptibles de sufrir daños». «En la pasarela que va a unir Erandio y Barakaldo se mantienen los sacos que hay en las vallas y se colocarán también en la puerta de la obra», recalcan portavoces oficiales.

Todo a la espera de lo que suceda en una zona especialmente azotada por las inundaciones. Los vecinos señalan a las obras de la pasarela que unirá Barakaldo y Erandio como uno de los detonantes de estos episodios, algo que niegan desde la Diputación.