Un 57% de los vascos desearía una consulta sobre la relación con España, frente al 74% que la pedía en 2014

Los partidarios de convocar una consulta «sobre la relación entre Euskadi y España» están en caída libre desde hace tres años. Si en 2014 más de la mitad de los vascos (un 51%) se declaraba a favor de celebrarla con o sin acuerdo con el Gobierno central y otro 23% apoyaba el plebiscito si contaba con el beneplácito de La Moncloa, ahora solo un 41% dice estar a favor de organizarla en cualquier caso y otro 16% la respalda siempre que el Ejecutivo de Mariano Rajoy la acepte. En total, quienes, con matices, se declaran a favor de la consulta han caído 17 puntos en tres años, del 74% al 57%. Así se desprende del último Sociómetro del Gobierno vasco, publicado hoy y cuyo trabajo de campo se realizó entre los días 7 y 13 de febrero, en plena ebullición del desafío soberanista catalán, con el juicio a Artur Mas precisamente por convocar una consulta ilegal el 9-N en primera plana de periódicos e informativos.

Que la vía catalana no tiene efecto contagio en Euskadi, pese a convocatorias en favor de la consulta y el derecho a decidir como la de Gure Esku Dago, es un hecho que se constata sondeo a sondeo. El último estudio sociológico del Ejecutivo de Vitoria, centrado en el nuevo gobierno de coalición entre PNV y PSE, arroja también el dato de que una cuarta parte de la población vasca está «satisfecha» con el actual Estatuto de Gernika y otro 30% lo estaría si se completase y se transfirieran las competencias pendientes. Solo uno de cada diez ciudadanos rechaza «cualquier Estatuto de autonomía» por considerarlo «insuficiente». Las ansias independentistas, que habían caído considerablemente en la anterior oleada del Sociómetro, repuntan ligeramente para situarse en los valores medios registrados desde 2000: un 25% se declara partidario de la secesión de España, un 31% la rechaza de plano y otro 30% acomodaría su opinión en función de las circunstancias. Además, en torno a la mitad de los vascos cree que disfrutar de un mayor autogobierno favorecería la economía (52%), el funcionamiento de los servicios públicos (57%) y la convivencia entre vascos (48%).

El Sociómetro también deja patente el escaso conocimiento ciudadano sobre quiénes son sus gobernantes. Tres meses después de que se constituyese el Ejecutivo de coalición PNV-PSE, solo un 29% de los ciudadanos es capaz de identificar correctamente quiénes lo integran. Un 25% cree que los jeltzales gobiernan en solitario y otra cuarta parte de la población no sabe o no quiere responder. En todo caso, la «confianza» de los ciudadanos en el Ejecutivo vasco se mantiene estable pese a la entrada del nuevo equipo de gobierno: un 5,2 de media, frente a 5 raspado que los ciudadanos otorgaban al anterior Gabinete Urkullu en sus primeros meses de andadura. Los que mejoran su valoración notablemente son el lehendakari Urkullu y los líderes de los partidos que sustentan a su Gabinete: el jefe del Ejecutivo sube cuatro décimas hasta alcanzar el 5,5, mientras que Andoni Ortuzar e Idoia Mendia mejoran su valoración en medio punto cada uno. El presidente del PNV asciende de un 4,4 a un 4,9 y la líder del PSE pasa de un 3,7 a un 4,2. Arnaldo Otegi (Sortu) sube dos décimas, hasta el 3,9, y Alfonso Alonso, recién reelegido presidente del PP vasco, mejora tres, aunque sigue siendo el peor valorado con un 2,2. Solo la valoración de la líder de Podemos Euskadi, Nagua Alba, se mantiene inalterada en un 3,6.

También mejora muy notablemente la percepción que los vascos tienen de la situación económica, al alza desde 2013. Un 64% la califica como «buena o muy buena» frente al 47% que la valoraba positivamente el año pasado. Frente a ese optimismo por la evolución en Euskadi, más de ocho de cada diez ciudadanos cree que la situación económica en España es «mala o muy mala». Según el Sociómetro del Gabinete Urkullu, la sociedad vasca es además más acogedora con los inmigrantes que el europeo medio: casi seis de cada diez consideran que «aportan mucho» al país frente al 44% de la media en la UE. Además, los vascos son los más proclives a prestar ayuda a los refugiados (42%), solo por detrás de los suecos, en toda Europa, según el Ejecutivo.