Lo cierto es que ninguno de los dos trabajos que tenía preparados para enviarlos a este periódico terminaba de convencerme. En uno de ellos analizaba ... la tendencia actual de recurrir a la naturaleza, a lo natural, para argumentar a favor de las distintas formas de vivir la sexualidad contra lo que en círculos progresistas del siglo pasado era opinión común: la superación de lo natural como reino de la necesidad para abogar por la historia como reino de la libertad, es decir, la conformación de las formas de vida sexual a partir de las estructuras económico-sociales y la lucha por una sexualidad liberada de las alienaciones impuestas por esas estructuras sociales.
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Tampoco me convencía aprovechar el verano para comentar algunos párrafos de libros leídos hasta ahora, aunque tanto la lectura de Patrick Modiano, como la de Frank Witzel y su enorme novela sobre la invención de la RAF por un adolescente maníaco-depresivo en el año 1969, y sobre todo el estudio de Ernst H. Kantorowicz sobre los dos cuerpos del rey, sobre las teologías políticas de la Edad Media y su influencia en el nacimiento del concepto de Estado merecen variados comentarios.
La lectura del periódico me anima a hablar de un verano devaluado, de las devaluaciones que estamos viviendo en este verano. El atentado de Niza, el intento de golpe de Estado en Turquía y la amenaza del Estado Islámico no permiten vivir el verano como un tiempo de tranquilidad, de descanso para recuperar fuerzas y volver a la actividad diaria con renovada ilusión. Si los expertos nos dicen que la razón del Brexit hay que buscarla en la reacción de los perdedores de la globalización, en la dificultad de muchas personas de hacer frente a la complejidad creciente de las situaciones económico-sociales actuales, el propio Brexit no hace sino añadir más complejidad a la situación actual: cualquier cosa que se plantee es al mismo tiempo resultado de una complejidad insoportable y causa de una complejidad mayor, aunque se venda como populismo o demagogia, como oferta de soluciones simples -la religión, la cultura, cada lengua, la identidad y las ideologías no son más que mecanismos de reducción de complejidad-. Resultado: verano devaluado, igual de difícil de soportar que el invierno.
La devaluación que más me ha llamado la atención es algo que se ha podido leer en los medios de comunicación vascos: Cabacas y Zabaleta han sido incluidos en el listado de víctimas por el Gobierno vasco, víctimas como las del GAL y las de ETA. Quienes hemos defendido que todas las víctimas, las de ETA y las del GAL, y las de otras organizaciones como el Batallón Vasco Español son iguales en su condición de víctimas, pero diferentes teniendo en cuenta a los victimarios, que ETA ha matado en nombre de un proyecto político, mientras que las otras víctimas lo han sido a causa de la impotencia sentida en la lucha contra ETA, es difícil que comprendamos esta vuelta de tuerca del Gobierno vasco.
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También hemos leído estos días que la UPV/EHU va a crear una cátedra de derechos humanos, para lo cual ha firmado un convenio con la Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno vasco. Me imagino que alguien habrá explicado hasta ahora en la UPV derecho constitucional, algo imposible de llevar a cabo sin explicar los principios democráticos que garantizan los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos incluidos en la Constitución española, es decir, los derechos humanos.
Si se trata de algo distinto, y así parece, entonces la razón habrá que buscarla en que para la susodicha Secretaría del Gobierno vasco los derechos humanos son el paraguas que permite quitar el aguijón del significado político a las víctimas de ETA. Todas las víctimas son víctimas de la violación de derechos humanos, y así las víctimas de ETA no se diferencian en nada de las víctimas de la violencia de género, que también son víctimas de la violación de derechos humanos, como lo son, según el Gobierno vasco, Cabacas y Zabaleta. Y todo ello porque se considera que el principal derecho humano es del derecho a la vida, y no el de la libertad de conciencia: negando la vida no es posible el ejercicio del resto de derechos y libertades fundamentales, pero el verdadero derecho fundamental es el de la libertad de conciencia, matriz del resto de libertades y derechos. Y es esa libertad de conciencia y su correspondiente derecho el que ha negado ETA, y solo ETA, matando. Un paso más en la devaluación de las víctimas de ETA, un paso innecesario, incomprensible y humillante.
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Y hay más devaluaciones en este verano, algunas muy importantes en el mundo educativo: la petición de anulación del examen de matemáticas en la selectividad por su dificultad -parece que los profesores de los institutos no pudieron preparar esta vez a los alumnos al examen porque desconocían cuáles iban a ser las pruebas, o al menos desconocían por dónde iban a ir las preguntas-, el porcentaje escaso de profesores que estando ya trabajando como interinos en el sistema educativo vasco y habiéndose presentado a las plazas sacadas a oposición por el Gobierno vasco, han aprobado la prueba. Repito: profesores ya en ejercicio que suspenden mayoritariamente las pruebas de oposición. Y alguno de ellos quejándose porque al parecer lo que se busca son sabiondos de la materia, se trataba de matemáticas y de lengua, y no de personas que supieran dar clases y enseñar, como si pudieran dar clases y enseñar con desconocimiento grave de la materia en cuestión.
A esta enorme devaluación en el sistema educativo vasco se le añade la observación del CES de que el sistema vasco de tecnología -Tecnalia- no genera, ni de lejos, suficientes recursos propios, que el centro de decisión de Gamesa se ha ido a Múnich, el de ITP a Gran Bretaña, y la muestra que la reorganización de Mercedes ofrece de la importancia de que los centros de decisión estén fuera del país.
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