ETA tenía como objetivo directo a casi cincuenta ertzainas

Datos recogidos por el 'Informe sobre la injusticia padecida por el colectivo de ertzainas y sus familias a consecuencia de la amenaza de ETA' muestran, ademas, que quince integrantes de la Policía autonómica vasca fueron asesinados y que 1.335 funcionarios policiales o allegados resultaron afectados por la violencia callejera, sobre todo en los períodos comprendidos de 1995 a 1997.

El estudio, realizado por el Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto por encargo de la Secretaría General para la Paz y la Convivencia del Gobierno vasco, permite comprobar que la amenaza contra los agentes era «diaria y sostenida durante años por el mero hecho de formar parte» de la Ertzaintza.

Añade que «el hostigamiento» provocó un «sufrimiento intenso que se extendió a las familias y a su vida cotidiana», provocando «un alto grado de alteración de la normalidad» y en muchos casos «con graves consecuencias en el entorno familiar, laboral, social y en la salud».

Las amenazas se plasmaron en «pintadas, miradas e insultos, incluso dirigidos a hijos e hijas», llegando a darse también el caso de ertzainas que tuvieron que abandonar su domicilio, «con consecuencias como la pérdida de empleo de la pareja o la nueva escolarización» de los niños.

Además, los funcionarios policiales vascos se vieron obligados a «renunciar a hacer visible la condición profesional», además de alejarse de sus círculos sociales y de sus amistades.