Gladiator vasco
La Cohors II fue una unidad vascona del ejército romano creada en el 68 que sirvió en Germania, donde pasó a cuchillo a los bátavos, y más tarde fue enviada a Britania y al norte de Marruecos
Javier Muñoz
Sábado, 20 de febrero 2016, 22:42
Cohors II Hispanorum Vasconum Civium Romanorun. Es el nombre de una unidad auxiliar del ejército romano formada por vascones que sirvió al imperio al menos ... durante los siglos I y II de nuestra era. La creó el emperador Galba en el 68, y apenas un año después, con el emperador Vespasiano, participó en una campaña militar contra los bátavos en los actuales Países Bajos y Alemania. Desde allí fue enviada a Britania, donde permaneció acuartelada durante los principados de Trajano y Adriano (98-138), aunque en diferentes ocasiones también aparece en la provincia de Mauretania Tingitana (norte de Marruecos). Es el último lugar donde se encontraron pruebas de su presencia, cuando reinaba el emperador Antonino Pío (138-161).
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La historia de la Cohors II (esas unidades solían tener unos 500 soldados de a pie) está sacada de una conferencia que el catedrático Antonio García y Bellido (1903-1972) pronunció en Estella en 1968. No fueron los únicos vascones que lucharon en el ejército romano. El número II sugiere que debió de haber otra u otras cohortes de la misma procedencia (la homogeneidad étnica de sus miembros se presupone por lo menos en los inicios). Sin embargo, mientras nunca se hallaron pruebas de la Cohors I, sobre la II aparecieron indicios en España, Italia, Francia, Inglaterra, Hungría y Marruecos que la sitúan en los lugares mencionados al principio.
Esas evidencias son lápidas y diplomas militares (listas del ejército); documentos estos últimos de gran fiabilidad para los historiadores, el último de los cuales data del año 160. Se desconocen las vueltas que la Cohors II pudo dar desde entonces, un silencio que envuelve a infinidad de unidades reclutadas entre poblaciones indígenas de la Península Ibérica y otros puntos del imperio. Lo que se sabe es lo que ocurrió cuando la cohorte vascona fue creada en el 68, un momento convulso de la historia de Roma. Nerón acababa de ser derrocado por Galba, el primero de los cuatro emperadores que al año siguiente se sucederían a velocidad de vértigo (los otros tres fueron, por este orden, Otón, que asesinó a Galba; Vitelio, que depuso a Otón, y Vespasiano, comandante militar que derrotó a Vitelio). En medio de aquellas intrigas y turbulencias políticas, la Cohors II fue movilizada para combatir en Germania en el año 69, en un territorio comprendido entre los ríos Rin y Mosa (actuales Países Bajos y Alemania).
Originarios de lo que hoy es Navarra, Aragón y La Rioja, los soldados vascones debían de ser unos novatos; pero les encomendaron algo más que montar guardia en una frontera lejana. Iban a enfrentarse a los guerreros de Julius Civilis, un líder bátavo romanizado que se había alzado contra Roma y había puesto a las legiones contra las cuerdas.
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Su intervención en aquella guerra se recuerda porque Tácito, historiador de los siglos I y II, escribió sobre ella. García y Bellido la calificó como la primera aparición de los vascos en un hecho histórico relevante; y para tratarse de un estreno, corrió la sangre a raudales.
El escenario fue Asciburgium (hoy Asberg), cerca de Düsseldorf, donde los bátavos y otros germanos aliados habían pasado a cuchillo a las tropas del legado imperial Vocula. Tácito relata que, cuando se llamó a los vascones para que entraran en acción, irrumpieron de un modo expeditivo y feroz. Atacaron por la retaguardia a un enemigo más poderoso, «causando gran espanto en él, mayor del que pudiera prometer su escaso número (...) Fue rota y degollada toda la mejor infantería de los bátavos (...) y todo el contingente de los germanos».
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La capacidad de combate de los vascones no era desconocida para Roma.
Octavio, antes de proclamarse emperador, se rodeó de una guardia personal de soldados de Calahorra. La disolvió después de derrotar a Marco Antonio y Cleopatra en la batalla naval de Actium, en el año 31 antes de Cristo. García y Bellido no aclara qué pudo ser de aquellos hombres cuando los licenciaron, pero indica que en diferentes épocas hubo soldados vascones muertos y enterrados en sitios tan distantes como Nimega (Holanda), las cercanías de Viena y Burdeos.
¿Qué les pudo pasar a los que organizaron la escabechina de Asciburgium en el 69? Posiblemente fueron premiados con la ciudadanía romana por Vespasiano, ya que el nombre completo de su unidad incluía las palabras civium romanorun (cinco años más tarde los habitantes de Hispania recibirían la ciudadana latina, un escalón por debajo de la romana). Otra palabra que a veces aparecía en la Cohors II es equitata, de lo que se infiere que en algunos momentos pudo haber jinetes luchando junto a los soldados de a pie.
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Después del bautismo de sangre contra los bátavos, la Cohors II cruzó el canal de la Mancha para acuartelarse en Britania, tal vez a causa de una reorganización de tropas en las provincias del Imperio. También la enviaron al norte de Marruecos (Mauretania Tingitana), un destino posiblemente más provisional que, como el de Britania, está acreditado en cinco series de diplomas militares datados entre los años 105 y 160, y en lápidas del siglo II.
Hubo igualmente más cohortes romanas que se nutrieron de otras tribus radicadas en las provincias del País Vasco y áreas limítrofes. La Cohors Cariesum y Veniaesum tenía soldados originarios de Álava (donde estaban radicados los veniaesi, una de cuyas poblaciones era Veleia).
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La Cohors I Fida Vardullorum Civium Romanorum Equitata Milliaria correspondía a los várdulos de Gipuzkoa, territorio donde el general y político Mario, el que creó el ejército romano profesional, reclutó su guardia personal en el 114 antes de Cristo. La cohorte de los várdulos, que permaneció en Britania hasta el siglo III de nuestra era, estuvo acuartelada presumiblemente en Bremenium (Rochester), al sureste de Edimburgo, y en Lanchester, al sur de la Muralla de Adriano, más arriba de la cual se encontraban los pictos. El hecho de que tuviera la denominación equitata milliaria significa que estaba formada por unos mil hombres, de los cuales 240 iban a caballo.
También hubo una Cohors II Nerviorum et Callaecorum que, según García y Bellido, pudo estar integrada por nerviones, un pueblo germánico que se asentó en la actual Bizkaia procedente de Bélgica y dio su nombre al río Nervión.
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