«Daré la batalla por UPyD»
El parlamentario vasco convocará un congreso para dejar en manos de sus 3.000 militantes el futuro de Unión, Progreso y Democracia tras el fiasco electoral
José Mari Reviriego
Lunes, 25 de enero 2016, 02:14
Gorka Maneiro (San Sebastián, 1974) ha vivido su particular tamborrada durante la última semana. La de su ciudad, festejada a través de la participación de ... su hija de seis años, y la de su partido, en pleno redoble de tambores tras estrellarse en las elecciones generales. Maneiro se ha convertido en el estandarte de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) al frente de la gestora creada para capear la reciente dimisión de Andrés Herzog. Su primera misión será la convocatoria de un congreso que aclare el futuro de la formación magenta. El parlamentario vasco de UPyD -único diputado autonómico que le queda- aspira a seguir adelante convencido de la vigencia de la propuesta, aunque reconoce que el escenario actual, en el que se mezclan problemas de financiación, fuga de líderes a otras candidaturas y fuertes retrocesos electorales, pintan un panorama de incertidumbres. Su idea es dejar en manos de la militancia -3.000 afiliados en España- la decisión final. Él, de momento, está dispuesto a asumir nuevos liderazgos llegado el caso. No tira la toalla, a pesar de que algunos compañeros han apostado por la disolución del proyecto.
- UPyD ha encadenado fiascos electorales -municipales, autonómicas y generales- hasta perder su representación en el Congreso, donde era la cuarta fuerza más votada. Usted es hoy su representante de mayor peso político en España. ¿Se siente el último de Filipinas?
- Lo curioso e interesante es que estoy recibiendo multitud de mensajes de compañeros y de afiliados que me dicen que hay que seguir adelante porque el proyecto de UPyD merece la pena y es necesario para el conjunto de España. Hay mucha gente a mi lado, dispuesta a seguir trabajando por unas ideas en las que cree. Eso es lo más emocionante.
- ¿Qué le transmite Rosa Díez?
- Estuve con ella el 16 de enero. De momento no me ha transmitido demasiado. Piensa que durante todo este tiempo hemos hecho un gran trabajo, pero que los ciudadanos no nos han apoyado. A mí me toca ahora, como representante de la gestora, convocar cuanto antes un congreso extraordinario para que los afiliados decidan qué es lo que quieren hacer, qué cambios podemos introducir para hacer útil este proyecto a la sociedad. Lo importante es que la gente está dispuesta a seguir dando la batalla por estas ideas.
- ¿Cuál es su posición? ¿Hay más posibilidades reales de seguir adelante o de disolución del proyecto, como plantea Carlos Martínez Gorriarán, uno de los fundadores?
- Hay posibilidades de seguir, pero para eso hay que cambiar algunas cosas, corregir determinados errores.
- ¿Por ejemplo?
- En primer lugar no se puede echar la culpa a la ciudadanía de que no nos voten. Eso es un error mayúsculo. Cuando no nos votan es por algo. Algo habremos hecho mal. Humildad ante todo. Debemos explicar mejor nuestras propuestas, ampliar el abanico de ideas, cambiar de caras, dar paso a nueva gente... Tenemos gente muy buena y muy joven. La idea de disolver UPyD es una idea respetable. Lo que no es respetable es que alguien trate de imponerla a la militancia. No me parece respetable la presión o los ataques a quienes pretenden seguir.
- ¿Usted quiere seguir?
- Mi posición es la de seguir adelante y dar la batalla, pero para eso hay que introducir cambios. Hay que contar con músculo en el partido para sacar esto adelante.
«Perplejidad»
- ¿Podría refundarse el partido, que hoy dispone de 130 concejales y 4 eurodiputados, y cambiar de siglas?
- Todo está abierto. Es una opción.
- ¿Cuándo se produjo el punto de inflexión?
- En las elecciones europeas. Ahí surge Podemos. Irrumpe con fuerza, cambia todo en España, cambia la política. Y nosotros no sabemos reaccionar a tiempo, no sabemos actualizarnos. Luego hemos tenido problemas internos, personas concretas que nos traicionaron desde dentro.
- ¿Se refiere a Irene Lozano, fichada por el PSOE, o Toni Cantó, por Ciudadanos?
- Sí, básicamente. Son personas que trabajaron desde dentro para el adversario político buscando su propia salida personal y profesional. Comprendo que alguien en UPyD se dé de baja y cambie de partido. Pero eso hay que hacerlo con honestidad y transparencia.
- ¿Qué siente al verles ahora en el Congreso?
- Perplejidad, sobre todo en el caso de Irene Lozano. Recuerdo intervenciones suyas muy contundentes en contra del partido socialista y de Pedro Sánchez. Decía que básicamente era lo mismo que el PP. Partidos corruptos. A mí me decía que UPyD era indispensable. También tiene responsabilidad el PSOE por haber acogido a una tránsfuga de libro.
- Hablaba de errores de UPyD por no saber acoplarse a los nuevos tiempos de la política. ¿Fue un error no confluir con Ciudadanos?
- Quizás habría sido rentable electoralmente, pero equivocado desde un punto de vista político. UPyD hubiera dejado de ser un partido libre, autónomo e independiente. No teníamos ni tenemos que unirnos a Ciudadanos. Ellos pretendieron hacer una OPA hostil contra UPyD para borrarnos del mapa y nosotros no fuimos hábiles para explicar mejor por qué no queríamos esa unión.
- ¿Rosa Díez se tenía que haber echado a un lado antes para facilitar esa renovación?
- Ahora es fácil decirlo, pero UPyD tenía que haberse renovado antes. Ahora estaríamos en una mejor posición. En todo caso, todas las personas que han estado dirigiendo UPyD han hecho un buen trabajo, pese a los errores. Y eso no es fácil. UPyD no ha contado con el favor de los grandes poderes económicos, financieros y mediáticos. Hemos sido un partido incómodo.
- ¿Tiene hueco en un panorama político tan fragmentado como el actual y con Ciudadanos como competidor?
- En un momento determinado pensamos que con cinco diputados en el Congreso íbamos a ser capaces de cambiar España cuando teníamos que haber buscado más apoyos. Algunas de nuestras propuestas están siendo defendidas por otros partidos. Es cierto. Pero otra cosa es llevarlas a la práctica. No es lo mismo hechos que palabras.
- ¿Se presentará usted al liderazgo del partido?
- No está decidido. Seguramente habrá gente que me anime a dar el paso, pero quiero ver si hay mimbres.
- ¿Si no los hay, sería el final del proyecto?
- Los propios afiliados lo decidirán en una fórmula que tenemos aún que articular. Vamos a escucharles. Nuestra obligación es convocar ese congreso para elegir una nueva dirección que decidirá qué hacer con UPyD. Es lo más honesto.
«Hasta Erkoreka nos hareconocido que estamos haciendo un gran trabajo»
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Pese a que Gorka Maneiro es el único parlamentario de UPyD en Euskadi, su labor de oposición ha puesto en aprietos al Gobierno vasco. Primero al de Patxi López, pero sobre todo al de Iñigo Urkullu.
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- Algún parlamentario del PNV le ha pedido un poco de tregua en plan «Gorka, no nos metas tanta caña»?
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- Sí. Me lo han dicho bastante. Hace un año, el propio Erkoreka nos reconoció que estábamos haciendo un gran trabajo, de forma coloquial. Con algún taco. En Navidades les felicité y les recomendé lo que iba a hacer yo descansar. A continuación, un parlamentario del PNV dijo que lo agradecía porque así iban a descansar ellos y el Gobierno. Hemos hecho un gran trabajo. En otros grupos he visto cierta pasividad.
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- ¿Qué es lo más duro de ser un único parlamentario?
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- Hay que trabajar muchas horas y estar atento a muchos temas distintos. Pero lo disfruto. El problema es no tener los apoyos suficientes para sacar adelante todas las propuestas. En ocasiones, otros partidos me han votado en contra por intereses particulares, a pesar de estar de acuerdo en el fondo.
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- ¿Con quién tiene buen trato?
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- Carmelo Barrio (PP) es un buen tipo. Ha estado muy cerca de nosotros. También citaría a Bixen Itxaso (PSE). He trabado buenas relaciones con parlamentarios del PP y del PSE.
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- ¿Cómo abordaría el desafío secesionista en Cataluña y la cuestión territorial?
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- Cumplir y hacer cumplir la ley. El Estado ha permanecido desaparecido en Cataluña y los partidos nacionales se han acobardado. Mientras, los nacionalistas se han crecido.
- De momento, el retroceso electoral ha hecho caer en picado las subvenciones públicas hasta el punto de tener que renunciar a casos judiciales y a presentar un ERE en la plantilla del partido.
- Cada afiliado decidirá. Algunos están convencidos de continuar. Analizaré todo para decidir si presentamos una candidatura para seguir defendiendo estas ideas. No me siento legitimado para proponer la disolución del partido cuando no hago más que recibir decenas de llamadas de afiliados que me dicen que ellos quieren seguir.
- ¿Le ha dolido que los electores hayan dejado de lado a UPyD?
- Me duele y me extraña. Pero lo primero que me pregunto es qué hemos hecho mal nosotros para no ganarnos la confianza de los ciudadanos. Leí en un artículo de opinión que el gran error de UPyD fue la querella contra Bankia. Como consecuencia de aquello quisieron destruirnos, atacarnos.
Presiones por el caso Bankia
- ¿Lo cree así? Andrés Herzog, último líder del partido, fue el promotor de la denuncia.
- Hemos pisado muchos callos. Hemos sido muy incómodos para personas muy poderosas en España.
- ¿Han recibido llamadas o mensajes para que cesaran su labor de investigación?
- De manera indirecta sí que nos han hecho llegar mensajes por el caso Bankia, por el tema Rato, por las tarjetas black. Hemos recibido presiones para que abandonásemos.
- ¿Qué parte del fracaso de UPyD se atribuye usted, que rechazó la confluencia con Ciudadanos?
- La que me corresponda, pero tengo la conciencia muy tranquila. He hecho todo lo posible para tratar de convencer a los ciudadanos.
- ¿Y qué parte del mérito es de usted para que UPyD sume dos legislaturas en el Parlamento vasco?
- Es cierto. Al fin y al cabo es aquí, en Euskadi, donde mantenemos nuestra representación desde el año 2009. A pesar de que siempre se ha dicho de que éste era un territorio hostil por nuestras ideas sobre el Concierto Económico y nuestra lucha contra el nacionalismo. Yo durante este tiempo lo he dado todo.
- Si sigue el partido, ¿repetirá como candidato a lehendakari?
- Podría ser, pero vamos a ver primero qué pasa en las próximas semanas con nuestro congreso y si hay elecciones generales. En todo caso, la militancia elegirá en primarias a los candidatos.
- ¿Le ha tentado Albert Rivera?
- A mí no porque piensan que soy una persona con principios, pero sé que Ciudadanos ha estado llamando a personas relevantes de UPyD durante el último año.
- La nueva política ha precipitado el final de Rubalcaba, Rosa Díez, Cayo Lara, Artur Mas, Duran Lleida... ¿Aguantará Mariano Rajoy?
- Está por ver. Tengo dudas. Creo que Rajoy y Pedro Sánchez pueden estar legitimados para formar Gobierno, pero lo importante es para qué se crea un Gobierno y si está dispuesto a llevar adelante las reformas que España necesita.
- Si estuviera en manos de UPyD, ¿cuál sería el color político del próximo Gobierno?
- El color son las propuestas que ese Ejecutivo estaría dispuesto a llevar a cabo. Nosotros propondríamos una reforma de la Ley Electoral, la profesionalización de la Justicia, descolonizada de los partidos políticos, una reforma de la Constitución para que haya más bienestar e igualdad para los ciudadanos. Lo que siempre hemos defendido.
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