El Gobierno paga 71.800 euros a un periodista por evaluar el plan de paz en Madrid

El Gobierno vasco destinará a lo largo de este año y hasta julio de 2016 -al filo del cierre de la actual legislatura- un total de 71.800 euros a divulgar y conocer la repercusión que el desarrollo de las diferentes iniciativas recogidas en el plan de paz tiene en Madrid. El encargado de llevar a cabo este trabajo es el periodista Carlos Fonseca, colaborador habitual de la Secretaría que dirige Jonan Fernández.

Los datos se desprenden de la respuesta que desde Lehendakaritza se remitió ayer a una pregunta de UPyD. En su escrito, el parlamentario de la formación magenta, Gorka Maneiro, interpela a la Secretaría de Paz y Convivencia sobre las condiciones de contratación de Fonseca y la labor que desempeña para el Ejecutivo autónomo. El desarrollo del plan de paz, cuya aprobación se retrotrae a noviembre de 2013, acaba de entrar en una «fase de desarrollo y culminación de buena parte de sus iniciativas», lo que requiere, según sostienen desde Presidencia, de un «refuerzo extraordinario» para cubrir «el ámbito del Estado». Cabe recordar que el proyecto abanderado por Jonan Fernández despertó profundos recelos en Madrid. Con este objetivo, el Gobierno vasco decidió el pasado mes de enero habilitar «un servicio de asistencia, apoyo y asesoramiento» que permita al Ejecutivo «obtener información sobre la repercusión que tienen fuera de Euskadi las iniciativas puestas en marcha en el marco del plan».

La duración del contrato, cuyo beneficiario es Carlos Fonseca, será de 18 meses -no se prevé «prórroga» del mismo-. Desde febrero de 2015 a julio de 2016. En cuanto al importe, asciende -así figura en la respuesta del Ejecutivo- a 71.801 euros (IVA incluido), que se divide en las siguientes anualidades: 43.878 a cobrar a lo largo del presente ejercicio y 27.922 durante el próximo. Casi 4.000 euros al mes.

Informes trimestrales

Los pagos, sin embargo, no se efectúan con la periodicidad de un contrato habitual. Entre las funciones que debe desempeñar Fonseca figuran la de dar cobertura técnica a las gestiones, reuniones, viajes y contactos de la Secretaría de Paz en Madrid; canalizar las solicitudes, asociativas o institucionales, que puedan recibirse o reforzar la comunicación con los medios y líderes de opinión a nivel estatal. Deberá, además, elaborar informes trimestrales sobre los resultados obtenidos, así como un estudio final que deberá presentar al concluir el contrato. Los ingresos que recibirá de las arcas del Gobierno vasco, excepto un primer adelanto de 10.900 euros, se llevarán a cabo a la entrega de cada correspondiente informe.

La Secretaría de Paz y Convivencia ha recurrido a Fonseca en numerosas ocasiones. No solo para divulgar el contenido y objetivos del plan en Madrid desde su nacimiento, sino para encabezar algunas de las iniciativas impulsadas desde este Departamento. Así, por ejemplo, fue el encargado de coordinar y redactar el informe sobre asesinatos terroristas sin esclarecer, cuyo coste rondó los 17.000 euros, y también ejerció de director del curso de tres días que el Gobierno vasco celebró en 2014 en El Escorial sobre el final de ETA. Por aquel trabajo cobró 700 euros.

El objetivo que le centrará ahora es la repercusión, o la falta de ella, que en Madrid tiene el plan de paz en la recta final de la legislatura. En una evaluación externa encargada por el Ejecutivo vasco, y dada a conocer el pasado mes de septiembre, expertos del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAM) señalaban el acierto en el enfoque y el alto cumplimiento formal del plan, pero advertían de que «su capacidad para incidir en el logro de los objetivos marcados es mucho más limitada». Alababan la postura decidida de Iñigo Urkullu, mientras criticaban a ETA, a los partidos, a las víctimas y, en especial, al Gobierno de Rajoy.