La Policía alerta del aumento de usos ilegales de tarjetas de discapacitados

El objetivo de las charlas era instruir a los agentes en las nociones básicas necesarias para detectar falsificaciones. Han sido dos días de formación. Participaron agentes de Bilbao, Sestao, Sopela, Durango, Ortuella, Erandio, Galdakao, Getxo, Rentería, Portugalete... Se trataron diversos asuntos. Uno de ellos fue el de los pasaportes fraudulentos, la forma de detectarlos y los protocolos que se deben activar en los casos sospechosos. En este punto participó el comisario de Extranjería y el inspector jefe de la unidad de la Policía Nacional de Bilbao. «El objetivo fundamental de la formación es aprender a detectar los documentos auténticos. No se puede pretender que los agentes que están a pie de calle conozcan los pasaportes de todos los países del mundo. Por eso lo importante es que sepan cuáles son las medidas de seguridad comunes que tienen todos los documentos oficiales, las claves en las que tienen que fijarse», explica Minteguía, que también es policía de investigación de Getxo.

Uno de los puntos que más llamó la atención de las jornadas fue la advertencia que se realizó respecto a la proliferación en el uso irregular y en la falsificación de tarjetas de aparcamiento para discapacitados. No se ofrecieron estadísticas relativas al conjunto de Euskadi. Pero sí sobre Leioa, un municipio de unos 33.000 habitantes. La Policía local del municipio vizcaíno no ha puesto en marcha ningún plan especial a este respecto, explica Uribe. Sin embargo, en los últimos años el número de irregularidades detectadas no ha dejado de crecer. Hace tres años fueron unas 25. En 2022 los usos irregulares y las falsificaciones detectadas llegaron a 40. Y el pasado año esta cifra se elevó hasta 50. Los expertos tienen claro que estos números concretos indican una tendencia.

Josu Uribe, que también es vicepresidente de la asociación de jefaturas de Policía local de Euskadi, explica que muchos de los casos detectados fueron familiares de los titulares que usan las tarjetas para aparcar en las plazas asignadas para los discapacitados. En estos casos las infracciones suelen tramitarse por vía administrativa. También hay gente que lo que hace es fotocopiar un papel auténtico o tapar una parte de la cartulina para que los policías no puedan ver la información completa de la misma cuando el coche está estacionado. Sin embargo, también se han detectado falsificaciones de los documentos. En estos casos, el asunto se lleva al juzgado por la vía penal.

El jefe de la Policía local explica que en su municipio se ha potenciado el número de aparcamientos reservados para las personas con problemas de movilidad. También destaca el hecho de que en la plantilla hay algunos agentes que tienen familiares en silla de ruedas y que tienen una especial sensibilidad con tema. Reconoce que es probable que en su localidad se esté sancionando estas irregularidades con más severidad que en otros municipios. De hecho, insiste en que apenas el 20% de los multados por este motivo residen en Leioa. En este sentido, no tiene dudas de que la proliferación de este tipo de actitudes afecta al conjunto del País Vasco.

Minteguía apunta que la clave a la hora de discernir qué es una infracción administrativa o qué es un delito reside en la voluntad «deliberada» de modificar documentos con el objetivo de engañar a las autoridades. «Los delitos están cambiando muy rápido en nuestra sociedad. Por eso es importante este tipo de formaciones para que los policías puedan estar mejor preparados. Al final, todo esto redunda en beneficio de los ciudadanos», apunta Minteguía.