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Aldura (544 m.)

La visita a estas importantes oquedades repletas de tesoros arqueológicos se puede completar con la subida al cercano Aldura

Viernes, 04 de Marzo de 2016

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Las cuevas de Landarbaso son un conjunto de cinco oquedades que se abre en la boscosa ladera occidental de una modesta loma llamada Aitzbitarte, por lo que también son conocidas con ese nombre, muy cerca del área recreativa de Listorreta, en el término municipal de Rentería. Muy populares por su próximidad con San Sebastián, son accesibles desde el área recreativa a través del arroyo Landarbaso, que discurre a sus pies y ha abierto, entre los montes Aitzbitarte e Igorin, un angosto barranco camino del Urumea. El mismo cauce es el origen de las oquedades, ya que antes de abrirse paso hasta el Urumea, a través de ellas desembocaba en la cuenca del río Oiartzun.
Excavadas por primera vez en los años sesenta por José Miguel Barandiaran, fueron habitadas durante 20.000 años, a raíz de la última glaciación, entre el Peleolítico Superior (hace 30.000 años) y la etapa Magdaleniense (hace 10.000 años). Los numerosos restos arqueológicos que se han encontrado en ellas les otorgan un alto valor patrimonial. Sin ir más lejos, en 2015 fueron descubiertas nuevas figuras de arte rupestre paleolítico, de animales como bisontes y caballos grabados con sílex, en tres de las cuevas, una de ellas de hace unos 25.000 años, perteneciente a un estilo jamás encontrado en la Península Ibérica.
Son bien conocidas por los habitantes de la comarca desde antiguo la citas escritas más antiguas sobre ellas se remontan al siglo XVIII , y como cualquier cueva que se precie, tiene su propia leyenda, que sitúa en ellas la morada donde los jentiles (los gigantes de la mitologçia vasca) de la comarca se ocultaban durante el día para no ser vistos.
El barranco de Landarbaso está cerrado al sur por el cordal que une los montes Igorin y Aldura, así que completar la visita a las cuevas con la ascensión a cualquiera de estas dos cumbres centenarias (o a las dos), completa una excelente mañana montañera y cultural. En este caso la elegida ha sido Aldura.

HITOS

  • Aldura: 544 m. (UTM:30T 590810.56 E, 4789842.60 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: Desde Bilbao, AP-8 hasta San Sebastián, seguir a Astigarraga, GI-2132 a Perurena y GI-3671 a Listorreta

  • Cartografía: MTN 64-II, 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h.00 (2h.00 de ascensión al Aldura).
  • Distancia: 9.1 km.
  • Desnivel positivo: 505 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 3
  • Esfuerzo necesario: 2
  • Tipo recorrido: Circular
Partimos del área recreativa de Listorreta. Junto a la zona de mesas y asadores, al otro lado de la carretera, parte un camino que en su primer tramo discurre paralelo al vial que lleva a Idoia. Más adelante desembocamos en una pista, por la que nos alejamos de la carretera mientras giramos hacia el sur. La pista lleva al caserío Bentatxiki, ubicado en la vertiente norte del Igorin, justo bajo su cumbre. Pero llegaremos hasta él. En una curva de herradura, cuando gira hacia el norte camino del caserío (0h.25'), abandonamos la pista y seguimos hacia el sur una preciosa senda balizada que se adentra en el barranco de Landarbaso.
Enseguida aparecen las cuevas a nuestra izquierda, unas más escondidas entre la espesura del bosque y otras más visibles y señalizadas para ser visitadas. De vuelta a la senda, seguimos remontando el barranco, con el arroyo siempre cerca, hasta su misma cabecera, donde muere la evidente senda por la que hemos ascendido (0h.55'). La ruta continua por un senderito que asciende sin miramientos por un empinado talud hasta desembocar en un pista. La seguimos (dch.) para coger el primer desvío a la izquierda que acaba por desembocar en otra pista, confluencia de senderos PR (poste). Por la derecha, no tardamos en alcanzar el collado Malbazar (1h.30'). Desde allí, siguiendo el cordal (izq.), y tras un duro repecho final, pisamos la cima del Aldura (2h.00').
El descenso lo afrontamos por el cordal norte de la montaña, poblado de puestos de caza, hasta una carretera. Bordeamos por ella un promontorio y tomamos una pista (poste de señales) que desciende rodeando el barranco de Idoia hasta llegar al barrioy su conocido restaurante susperregi (2h30). Desde allí solo hay que seguir la carretera, aprovechando los atajos que evitan sus curvas, para retornar a Listorreta (3h.00').

 

 

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