El descenso de las almadías en el Roncal
El próximo dos de mayo este valle navarro celebra su gran fiesta con la bajada por el río de las famosas balsas de troncos que servían para transportar la madera
Igor Barcia
Viernes, 24 de abril 2015, 02:02
En el rincón norte de Navarra, a los pies del Pirineo, se esconde un valle lleno de colorido, de paisajes imponentes y de historia. Un escenario donde se produjeron diferentes batallas por la conquista del territorio, por la invasión musulmana o por la francesa, lo que, unido a su situación montañosa, marcó el carácter de la zona. El Roncal es un lugar que merece la pena ser visitado, en especial en esta época del año donde los colores estallan con la llegada de la primavera y el buen tiempo. Y en especial porque el próximo fin de semana (2-3 de mayo) se celebra la fiesta grande de la zona, el día de la Almadía.
Publicidad
En la web del valle se explica lo que es una almadía y un oficio que estuvo vigente hasta mediados del pasado siglo. "En los valles pirenaicos navarros de Roncal, Salazar y Aézcoa, el aprovechamiento de los bosques fue desde tiempos inmemorables la principal fuente de ingresos -gracias a ellos se construyeron barcos de la Armada Real, el Canal Imperial, la Ciudadela de Pamplona o el Palacio Real de Olite- y las aguas de sus ríos el medio para transportar la madera hasta los lugares donde podía ser vendida para su transformación. Esta madera era transportada en las llamadas 'almadías'. Se trata de una balsa formada por varios tramos de maderos de idéntica longitud amarrados entre sí, con remos en la punta y en la zaga cuya misión es dirigir o conducir la balsa por el cauce del río. Aunque en la Edad Media eran los aragoneses quienes más utilizaban este tipo de transporte en el Pirineo, a partir del siglo XVII, fueron las almadías navarras las que empezaron a descender en mayor número, más de mil al año desde Roncal. Bajaban por el río Esca y el Irati, rumbo al río Aragón y posteriormente al Ebro, en un viaje de una semana que solía acabar en Zaragoza. La evolución de las carreteras y los medios de transporte, así como la construcción del pantano de Yesa, acabaron con esta actividad en el año 1951.
Descensos de almadías
Sin embargo, nunca se les ha olvidado en el valle. Y por eso, cada año se les recuerda con un programa lleno de actividades en el que el centro es la representación de la bajada por el río de los almadieros. De hecho, este fin de semana ya hay un avance con la celebración de un cross para pequeños este sábado por la tarde y posterior chocolatada en Roncal, y al día siguiente una carrera para mayores. El sábado 2 el programa es completo, con apartados para los pequeños como juegos infantiles, hinchables, música... Además de los descensos de almadías, que suponen el acto principal de la fiesta.
Pero para aquellos que no puedan ir en estas fechas, el Roncal también cuenta con un museo en el que se da a conocer este ancestral oficio. La exposición se compone de numerosas fotografías, publicaciones, documentos, películas y reportajes audiovisuales que tienen a la almadía y los almadieros como protagonistas. Asimismo podrá conocer los trajes de época de los almadieros y los diferentes útiles y herramientas utilizados en la elaboración de estas embarcaciones, así como otros temas relacionados con la vida del valle.
Y si no queremos centrarnos tanto en este apartado, o deseamos completar la visita con otro aspecto típico del Roncal, tenemos posibilidad de acudir al Museo del Queso. Situado en Uztárroz, en la quesería Kabila Enea, además de mostrar utensilios, fotografías y vestimentas de este oficio, también se pueden conocer las técnicas actuales que se utilizan para la elaboración del queso de Roncal, uno de los dos quesos que cuentan con Denominación de Origen en Navarra.
Publicidad
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión