Tiempo de cerezas en el valle burgalés de Valdivielso
Ruta por el último valle de las Merindades en el límite con la Bureba con un enorme patrimonio edificado medieval
Iñigo Muñoyerro
Viernes, 22 de julio 2016, 00:32
Las Merindades burgalesas terminan en el valle de Valdivielso. Al otro lado se extiende La Bureba. También es uno de los tramos finales del río Ebro en su travesía por la cordillera Cantábrica -el último es el valle de Tobalina- antes de entrar en la cuenca sedimentaria del Ebro.
Tierra habitada de antiguo estuvo poblada por los celtas autrigones. Por ella entraron los romanos y fue uno de los embriones de España. A partir del año 860 formaba parte del Condado de Castilla bajo el señorío del conde Rodrigo. Fue territorio de frontera defendido con castillos para impedir las correrías de los moros invasores.
Por Valdivielso cruza el río Ebro que se estira entre Valdenoceda y El Almiñé y Cereceda. En la actualidad el valle está poco poblado en contraste con la pujanza y riqueza que tuvo en la Edad Media y siglos posteriores. La prueba está en la arquitectura culta (palacios, torres, iglesias y puentes), una de las más ricas del norte de España.
El valle de los cerezos
Pero el valle no es sólo piedra. También es una reserva forestal que se domina desde el puerto de La Mazorra. Hasta allí sube la calzada de El Almiñé - se superpone a otra anterior romana-. En el alto se alza la Ermita de Ntra. Sra. de La Hoz (romería en julio). Cerca hay una fuente romana subterránea (panel indicador) que se conserva como hace 2000 años.
Abarca 12.000 hectáreas cubiertas de bosque mixto. Entre ellos los cerezos. Son el tesoro de Valdivielso. No son tan abundantes ni están tan bien cuidados como en el valle de Caderechas pero adornan con sus frutos colorados praderas y linderos; cuestas y umbrías. A partir de julio comienzan a madurar.
El Almiñé y Valdenoceda
La Merindad de Valdivielso agrupa 14 pedanías con la alcaldía en Quecedo. Imposible una visita exhaustiva de todos ellos. Saltaremos de pueblo en pueblo hasta salir al cruce de Cereceda y volver.
El Almiñé es un pueblo armonioso que alinea sus casonas blasonadas y palacios de los siglos XVI, XVII y XVIII a lo largo de la calzada conocida como la Ruta de la Lana o Camino Real, que comunicaba Burgos con Laredo. Destaca el palacio de Arce. El edificio estrella es la iglesia de San Nicolás de Bari. Románica del siglo XII de construcción similar a la cercana iglesia de San Pedro de Tejada. Junto al templo hay una fuente y un panel indicador.
Antes, en la entrada en el valle por Valdenoceda, podemos contemplar la torre de los Salinas, luego de los Fernández de Velasco y actualmente de los Villamor Salinas (de Rosío). Del siglo XIII con muros de veinte metros de altura. También la casona de los Garza. La iglesia de San Miguel es un buen ejemplo de arquitectura románica.
Junto al Ebro despierta curiosidad un gran edificio vallado y destartalado. Fue una fábrica convertida en prisión de siniestra memoria tras la Guerra Civil Española. Allí estuvieron encarcelados cerca de 3.000 soldados republicanos.
San Pedro de Tejada
Cruzamos el Ebro por un peligroso puente para entrar en Puente Arenas. Ala sombra del monte Las Pilas el casco urbano se alarga bien cuidado. Hay playa fluvial y zonas verdes. Las torres de los Salazar, Grande y Mata se mantienen en perfecto estado. Cerca, mejor llegar a pie que en coche, en medio de trigales se alza el antiguo monasterio y ahora iglesia de San Pedro de Tejada. Una joya del románico que se fundó en el siglo IX, pero la iglesia actual es del segundo tercio del siglo XII. Es un edificio de piedra rojiza, perfectamente trabajada y escuadrada considerado como una de las construcciones románicas más bellas y armoniosas de la provincia. Una sola nave, ábside semicircular y torre sobre la cúpula. A la altura de Santo Domingo de Silos.
Es de propiedad particular. Tras la desamortización de Mendizábal (1836) el cenobio fue adquirido por la familia Huidobro a quien todavía pertenece. El edificio está protegido por una alta valla que dificulta hacer fotografías desde el exterior. Visita guiada.
Carretera adelante pasamos por Quecedo donde destaca el palacio de los Huidobro Incinillas (siglos XV-XVI) y la casa de campo de los Gómez. Arroyo de Valdivielso, pueblo de una sola calle en cuesta con el palacio de los Bustamante (reformado) junto a la carretera. Hay más palacios como el de los Condes de Baeza y los Díaz Puente (siglo XVI). Y casas blasonadas. También una buena fuente caudalosa incluso en verano.
Valhermosa y Hoz
Bastantes curvas después entre robledales y campos de cereal llegamos a Valhermosa de Valdivielso. Un pueblo precioso que fue importante y estuvo más poblado. Sobresale la esbelta torre de los Saravia de Rueda desmochada en la época de los Reyes Católicos. Fue edificada entre los siglos XV y XVI. Adosado a la torre hay un palacio y un recinto almenado. La iglesia y otro palacio están arruinados.
La misma ruta nos acerca a Hoz, población que se apiña en un barranco. En la misma entrada vemos el equilibrado palacio torre de los Ruiz. De estilo herreriano puro. También las antiguas escuelas de antes de la República, más casonas y sobre un promontorio calizo la iglesia de San Cornelio y San Cipriano. Ábside gótico del siglo XV.
Sobre Hoz está la minúscula aldea de Tartalés de los Montes. Poco visitada a pesar del precioso valle montañero donde se enclava. Se llega por una carretera estrecha tallada en la roca que antes de llegar al túnel pasa junto a la cascada de Hoz agua incluso en verano-. Aparcamiento y panel indicador junto a un mirador. Excelente panorámica de Valdivielso.
Nuestra ruta baja al embalse. Allí cruza a la N-232 y vuelve hacia Valdenoceda por Cereceda con el Ebro a la derecha.
Vuelta por Condado
Condado donde hay casonas del siglo XVI y dos iglesias, San Pedro y Santa María, ésta románica del siglo XI. De Toba, con pocos habitantes, se divisa en lo alto rodeado de encinas el castillo de Malvecino (siglo XIV). De difícil acceso. Además está arruinado.
Terminamos la ruta en Quintana. Precioso casco urbano con el palacio de los Huidobro (siglo XVII) en el centro. Otra torre palacio ésta de los Zorrilla San Martín. Y el colegio de las Niñas Descalzas.
Se nos han quedado muchas maravillas, casonas, palacios, iglesias y bosques en el tintero. Para otra excursión.
Los marchadores pueden recorrer el valle a pie en dos duras etapas por el GR-85, ramal de Las Merindades.