El estanque del parque Europa es un rincón de biodiversidad que en los últimos meses ha sido colonizado por las ratas. jordi alemany

Destrucción de madrigueras y veneno contra la plaga de ratas en el parque Europa de Txurdinaga

El Ayuntamiento logra reducir el número de ejemplares del parque Europa, pero no da aún por finalizada la campaña de erradicación

Martes, 4 de mayo 2021, 00:17

El Ayuntamiento de Bilbao está consiguiendo reducir la plaga de ratas en el parque Europa, aunque el área de Salud y Consumo no da aún ... por erradicada a la colonia de roedores. El Consistorio comenzó a recibir llamadas vecinales que alertaban de su proliferación en marzo. Como siempre que reciben un aviso de este tipo, los técnicos acudieron a realizar una inspección y una campaña de desratización especial. Pero pudieron constatar que un número excesivo de ejemplares campaban por esa zona verde de Txurdinaga.

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Las colonias se habían desplazado hasta allí porque encontraban comida fácil después de que las restricciones a la hostelería las privaran de una buena cantidad de desperdicios por toda la ciudad. En el parque podían dar cuenta del alimento que los vecinos echaban a las aves migratorias -especialmente a los ánades reales- y también a la población de gatos callejeros. Además, encontraban agua en el estanque de los patos, refugio en la maleza y un hábitat ideal para prosperar.

Las primeras medidas ya han comenzado a surtir efecto. Primero, el propio Ayuntamiento dejó de alimentar a los patos y los encargados de los parques y jardines de la ciudad empezaron a destruir las madrigueras que los roedores han construido en las oquedades de la pared de rocas del arroyo. Por otro lado, los operarios del área de Salud y Consumo colocaron varias cajas de plástico con cebo. Veneno mezclado con alimento. Desde hace al menos 15 días acuden a diario a la zona a supervisar cuánta cantidad han consumido, lo reponen, retiran cadáveres y evalúan el tamaño de la población superviviente.

Además, se han colocado carteles para instar a la ciudadanía a que no dé comida a los animales. Algo que está prohibido por ordenanza municipal. El motivo es que los roedores, si tienen comida cerca, prescinden de aventurarse a probar el cebo. Van a lo seguro. «Son animales muy listos», explica la directora del área y veterinaria de formación, Ana Collía. De hecho, son los jóvenes los que sirven de «ratones de laboratorio» a la hora de ingerir nuevos alimentos, entre ellos el veneno. El que les suministran no les mata de forma instantánea. Tarda unos días porque, si no, se darían cuenta. Se trata de la bromadiolona, el raticida más usado en toda Europa, con una gran eficacia tras una o dos ingestiones. Es un anticoagulante con efectos retardados tras el consumo para impedir que el resto de ratas asocien el cebo con la muerte de su compañera y eviten comerlo.

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Enfermedades infecciosas

Aunque las medidas «están funcionando» y han permitido reducir la población, la plaga no está aún erradicada y la campaña continúa. «Hay que seguir trabajando y acudiendo a diario al parque», expone Collía. Si fuera necesario, el Ayuntamiento procederá a sellar las madrigueras con hielo seco o nieve carbónica. Ello provocará que se asfixien dentro.

La presencia de ratas es habitual en todas los pueblos y ciudades. El problema es que las hembras pueden parir una decena de veces al año y alumbrar más de diez crías en cada parto. Si no se controlasen, se convertirían en un problema de salud pública, ya que pueden transmitir enfermedades infecciosas a los seres humanos y deterioran infraestructuras, recuerda Collía. Además, su comportamiento es «agresivo» con otros pequeños animales de la ciudad. Se calcula que hay una por habitante. «Igual que en otras ciudades del tamaño de Bilbao».

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