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Encinares, verdes prados y bosques de robles, hayas y castaños teñían antaño de tonalidades diferentes los montes vizcaínos. La industrialización deforestó el territorio a finales ... del siglo XIX y el pino radiata de California supuso entonces un balón de oxígeno. La primera plantación masiva se realizó en 1898 y la especie se extendió por doquier. Pero cada vez más propietarios forestales, escarmentados por sus enfermedades -especialmente por la banda marrón-, propiciaron talas masivas en las parcelas, que fueron repobladas con eucaliptos, una especie de aprovechamiento aún más rápido.
La Diputación aprobó en 2022 una moratoria a las nuevas plantaciones de eucalipto hasta el 31 de diciembre, que excluye las repoblaciones en los eucaliptales adultos existentes. La cuestión es que esta aún no se percibe a nivel de paisaje. El pino radiata y el eucalipto globulus y nitens siguen ocupando más de seis de cada diez hectáreas de bosque. En concreto, el 62% de las 132.000 que hay.
Según el último balance del Gobierno vasco, que cuantifica la extensión de cada especie desde la tala hasta cuando son masas adultas o fustales, el pino radiata ocupaba el año pasado el 40,6% del bosque vizcaíno: 53.596 hectáreas, 9.617 menos que en 2019. Por otro lado, hay 22.923 de eucaliptales, el 22% de la superficie arbolada: hay 10.838 de eucaliptos nitens, -4.365 más que hace cinco años- y 11.189 de eucaliptos globulus, 640 más.
El cultivo de la robinia pseudoacacia también se ha duplicado en cinco años, hasta las 605 hectáreas. Así como el de secuoya, que crece, pasando de las 13 a las 199. Otras especies también ganan terreno, como el bosque mixto atlántico, 450 más que hace cinco años. También hay 314 más de robles y hayas. Álamos, castaños, sauces o castaños se mantienen en cifras similares.
Solo el 24,1% de los montes vizcaínos son de titularidad pública. El 18% de los pinares de radiata y de los eucaliptales también pertenecen a las administraciones. En este sentido, la Diputación inició un proyecto para adquirir montes y plantar especies autóctonas. En marzo, el área de Medio Natural regaló a los municipios 10.000 robles «para que vuelvan a recuperar el espacio perdido a lo largo de los años». Y ha sacado a concurso la repoblación de 12,5 hectáreas de pino radiata en Carranza con especies frondosas y coníferas en el paraje público 'Las Colinas' de sierra Ubal. Ello va a suponer «una modificación tanto de la estructura de las futuras masas de los rodales como de una mejor resiliencia al reducir el carácter pirófito». El presupuesto supera los 100.000 euros.
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