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Cada vez es más común escuchar planes alternativos a la construcción de viviendas para aumentar el parque inmobiliario de la ciudad. Conscientes de que los procesos de edificación son largos y tediosos, y que el mercado está demasiado tensionado en Euskadi, las administraciones vascas plantean ... nuevas opciones que si bien son innovadoras, no siempre acaban siendo viables. La que mayor recorrido histórico tiene es la conversión de lonjas en viviendas. Una política que se cuela en una gran parte de los discursos pero que no termina de cuajar en algunos municipios vascos. El propio Mario Yoldi, director de Planificación de Vivienda del Gobierno vasco, reconoció que aunque el Ejecutivo autonómico abogue por impulsar este plan, «la decisión final es de los ayuntamientos», poseedores de la competencia en materia de urbanismo.
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En los últimos seis años, Bilbao sólo ha transformado 45 locales vacíos en pisos. La mayoría entre 2019 y 2020, cuando se convirtieron 27 inmuebles desocupados, mientras que el pasado ejercicio apenas cambiaron de uso cuatro espacios. Viviendas Municipales, organismo público dependiente del Consistorio de Bilbao, sólo ha remodelado 17 lonjas históricamente para destinarlas a alquiler social. Muchas de ellas ubicadas en el barrio de Matiko. Mientras tanto, en Barakaldo se ha permitido cambiar 118 locales en cinco años.
La conversión de lonjas en pisos queda recogida en Bilbao en una ordenanza municipal con fecha de 2022. En la misma se insta a la «urgencia» de optimizar el patrimonio edificado ante el problema de construir más pisos por las «condiciones orográficas» de la villa y sitúa en 11.395 el número de locales vacíos en la ciudad. El 33% del total. Entonces, ¿si hay tantas lonjas en desuso, por qué no se transforman más para aumentar así la oferta?
Los expertos apuntan que la principal razón es la «complejidad» ante las «exigencias» de la normativa. Lo primero a señalar es que tras un proceso de reforma la lonja en cuestión pasa a convertirse en una vivienda tasada. Esto es, adquiere una protección y un precio controlado. Aunque eso «no supone un impedimento». De hecho, José Manuel González, presidente de los APIs de Bizkaia, cree que es «positivo». Lo que realmente genera problemas es que la normativa, acorde al PGOU, impide el desarrollo de este tipo de obras en «centros neurálgicos y corazones de ciudad». Tampoco permite que las actuaciones se desarrollen en aquellas partes de la ciudad «que no cumplen con los objetivos acústicos», ni en inmuebles ubicados en calles estrechas donde haya mucho tránsito. Además del PGOU municipal, los inmuebles deben cumplir con el decreto de habitabilidad del Gobierno vasco.
Yolanda Díez, concejala de Vivienda en el Ayuntamiento de Bilbao, cree que esta medida «es buena». Pero sostiene que «hay que tener cuidado» a la hora de realizar las obras porque «se busca la discreción y salvaguardar la tranquilidad de los inquilinos». Es decir, lo ideal es encontrar espacios en los que «no haya mucho tránsito» y que tengan «intimidad». La edil admite que Viviendas Municipales cuenta con 893 locales, pero que sólo a «4 o 6» se les podría dar una segunda vida. «Ojalá se pudieran transformar todos, pero no están en condiciones y mantener un equilibrio entre la zona comercial y residencial es fundamental. Los barrios no se pueden quedar sin comercio», apela.
Ana Acasuso, gerente de la inmobiliaria 'En casa de Ana' y vicepresidenta de los APIs en Bizkaia, sostiene que la ordenanza también es estricta para la «implantación de garajes y trasteros» en lonjas, algo de lo que hay «mucha demanda». «Casi siempre ponen problemas. En caso de las viviendas, piden que las lonjas tengan acceso desde el portal y hay comunidades que no quieren», admite la experta.
La ordenanza municipal revela que en Bilbao hay 11.395 locales vacíos, el 33% de todos los censados
La norma impide convertir las lonjas ubicadas en corazones de barrio o en puntos con mucho ruido
Los expertos consideran que este plan «podría ser una buena solución a la falta de domicilios». «Hay edificios en barrios que no van a volver a tener una actividad comercial nunca más y que podrían destinarse a residencias. Nosotros que estamos a pie de calle animamos a la gente a que saque sus lonjas vacías y compruebe si puede darles una segunda vida para destensionar la demanda», apunta González.
Además de Bilbao, como se ha mencionado, Barakaldo también ha impulsado la transformación de pisos. Fuentes municipales aseguran que de 2016 a 2024 se ha autorizado la conversión de 188 locales. Y añaden que a veces «las personas que quieren convertir sus espacios tienen problemas para hacerlo por las características técnicas del local». Por ello el Ayuntamiento impulsará una nueva ordenanza que recoja «un marco regulador claro y accesible» para facilitar la práctica. En Getxo, el nuevo PGOU flexibilizará también la división de pisos y habilitará lonjas para elevar la oferta.
En lo que respecta a los inmuebles que son propiedad del Gobierno vasco, los datos tampoco son muy altos. En total, se han realizado 21 actuaciones para un total de 48 viviendas. Se han sacado tres locales en Santutxu, seis alojamientos dotacionales en Álava y otros seis en Orio. El resto, el Departamento de Vivienda asegura que están en proceso de ser reconvertidos.
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