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A los peces también les gusta la cerveza

A los peces también les gusta la cerveza

El centro tecnológico vasco AZTI valida el uso subproductos generados por la producción de esta bebida para utilizarlos como piensos en acuicultura

cIRILO dÁVILA

Lunes, 20 de julio 2020, 18:03

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Tres años de investigación han dado como resultado que a los peces también les gusta la cerveza. Y aunque parezca un tema más bien propio del anecdotario de cada verano, tiene una vertiente económica y medioambiental importante. Vamos, que el asunto no hay que tomárselo a broma.

AZTI, el centro tecnológico vasco especializado en la cadena de valor de la alimentación y el mar, ha validado el uso de subproductos generados en la producción de cerveza, como el bagazo y la levadura, para su utilización como ingredientes en los piensos empleados en la acuicultura. El pasado 7 de julio presentó los resultados de esta iniciativa, que forma parte del proyecto europeo Life Brewery. Esta iniciativa busca dar una segunda vida a estas sustancias y dirigirlas a la alimentación de pescado de crianza.

El proyecto Life Brewery tiene un presupuesto global de 1,5 millones, de los que la UE financia el 60%. Cuenta con la participación del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias), las empresas Riera Nadeu y LKS KREAN y la Asociación de Cerveceros Europea (Brewers of Europe)

Tras meses de pruebas, la conclusión de este estudio revela que los peces alimentados con los nuevos ingredientes y los que han ingerido piensos comerciales no presentan diferencias tras someterles a diferentes análisis sensoriales.

Estos resultados permiten dar otro paso más en el objetivo final que persigue el trabajo multidisciplinar, integrado en el programa LIFE de la UE, y que no es otro que aprovechar los residuos derivados de la producción de cerveza en el continente europeo para obtener ingredientes con el mismo valor nutricional, digestibilidad y seguridad alimentaria que los de los piensos empleados en la actividad acuícola. Al año se generan más de 6 millones de toneladas de bagazo y un millón de toneladas de levadura.

«El alto número de compuestos de alto valor (proteínas, fibra, etc.) que contienen los subproductos generados en la producción de cerveza les confieren gran potencial para su aplicación en la industria farmacéutica y cosmética. Pero estos usos solo dan salida a una pequeña parte de los residuos, por lo que es necesario buscar nuevas alternativas como la producción sostenible de piensos de acuicultura», asegura David San Martín, responsable de este proyecto en AZTI.

Prototipos de ingredientes

El equipo de investigación de este proyecto ha logrado hasta cuatro prototipos de ingredientes a partir de la levadura y el bagazo, tanto hidrolizado como sin hidrolizar, tras desarrollar y validar un nuevo esquema de valorización. En la presentación de estos resultados, AZTI también ha dado cuenta de que se completado «de forma satisfactoria las pruebas de digestibilidad y crecimiento con los peces».

El equipo liderado por San Martín ha desarrollado un proceso de deshidratación bajo en carbono, basado en el uso de una combinación innovadora de tecnologías mecánicas y térmicas para obtener ingredientes sostenibles a partir de bagazo y levadura. Todo con vistas a maximizar la inclusión de estos subproductos en las dietas acuícolas.

Lenguados (especie atlántica), doradas (mediterránea) y trucha (agua dulce) son los modelos elegidos para la realización de las pruebas de eficiencia nutricional de los nuevos piensos.

A juicio de San Martín, los resultados de Life Brewery son relevantes porque contribuyen a reducir el impacto ambiental de la industria agroalimentaria. «La producción de cerveza genera subproductos húmedos orgánicos que pueden ser aprovechados como nuevas fuentes de alimentos en humanos y animales. Pero, además, por cada litro de cerveza producido se generan 7 litros de aguas residuales que deben ser tratados. La concienciación social sobre este impacto es clave para el desarrollo de patrones productivos y de consumo mucho más sostenibles», expone.

Los resultados ahora validados benefician a todas las partes implicadas en esta cadena de valor. De un lado, el propio sector cervecero, mediante una gestión más eficiente de sus subproductos podrá transformar lo que actualmente supone un gasto en un ingreso adicional. Por otro lado, las empresas de producción de piensos podrán obtener componentes mucho más económicos y sostenibles que las materias primas utilizadas hasta ahora. Es más, no se expondrán al albur de los caprichos del mercado de suministros, con habituales fluctuaciones en los precios.

«El sector de la acuicultura, por su parte, es otro de los eslabones de la cadena beneficiado por los resultados de la iniciativa, gracias a la adquisición de piensos sostenibles a menor coste, lo que implica una mayor rentabilidad económica, manteniendo la calidad y la seguridad de sus productos», indican desde AZTI.

Unos beneficios con un broche final: se mejora con ello la imagen ambiental de todos los agentes que intervienen en este sector y, de paso, se alumbra una nueva actividad económica.

Así que, tras estos resultados, ya tenemos algo en común con los peces. El gusto por la cerveza. Con razón el paleontólogo Neil Shubin presentó hace varios años un magnífico ensayo titulado 'Tu pez interior', y en el que repasaba nuestra propia historia como peces desde el cálido líquido amniótico de la placenta materna.

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