Una patrulla de la Ertzaintza atropella y deja graves a dos mujeres en El Arenal

Según los testimonios de varios testigos y los propios agentes, cuando se produjo el atropello las víctimas, que al parecer estaban de turismo por la capital vizcaína -algunas fuentes aseguran que son austríacas-, habrían cruzado la calle Arenal, a la altura de la curva del teatro Arriaga, frente a las oficinas de una entidad bancaria y donde hay una parada de autobús. Desde el Consistorio han desvelado que al parecer «intentaban atravesar la calzada cuando el semáforo estaba en rojo» y justo «por detrás de un autocar que se incorporaba a la circulación». De esta forma, el conductor del coche policial, que se dirigía a una intervención de urgencia en dirección al Mercado de la Ribera, «no las pudo ver y se habría quedado sin tiempo para frenar».

Debido a la violencia del impacto, las dos mujeres salieron despedidas y quedaron tendidas en la calzada a varios metros de distancia una de la otra. Al menos una de las víctimas habría impactado contra un Peugeot 2008 de color rojo que circulaba en dirección contraria. Cuando llegaron los agentes y los sanitarios la encontraron prácticamente debajo de su rueda trasera izquierda. Algunos testigos apuntaban a la posibilidad de que el vehículo pudiera haber pasado por encima.

Agentes de la Inspección de Accidentes de la Policía Municipal de Bilbao, con competencias en tráfico en la ciudad, se encargaron de realizar las diligencias para completar el atestado y remitirlo al juzgado. Los investigadores tomaron declaración a los dos ertzainas de la comisaría de Bilbao que ocupaban el coche patrulla implicado en el atropello. Mientras en la plaza del Arriaga reinaba la confusión entre los transeúntes.

«Oímos un golpe tremendo y creíamos que habían chocado dos coches. Hemos venido corriendo y hemos visto a las dos mujeres tiradas en el suelo y ensangrentadas, una debajo de un coche», explicó una testigo que a esa hora paseaba junto a su hija junto a la Ría. Los trabajadores del cercano restaurante Aitaren confirmaron que el coche patrulla presentaba «el morro totalmente abollado».